domingo, 13 de marzo de 2016

La violencia social desde la dictadura hasta la Actualidad

La violencia social desde la dictadura hasta la Actualidad

Este ensayo tiene como fin establecer una relación entre lo ocurrido en las manifestaciones de la dictadura militar observado en clases en el documental “la ciudad de los fotógrafos” y el caso de los jóvenes asesinados en la marcha del Jueves 14 de Mayo. 

La relación que se establecerá desde un principio entre estos dos fenómenos corresponde a “la violencia social” que involucra cada uno de estos casos. Cuando hablamos de esta violencia social, nos referimos a una violencia particular que abarca muchos entes sociales, como por ejemplo, el uso de la fuerza innecesaria y abuso de poder de parte de las fuerzas especiales, como carabineros, pero más allá de enfocarnos fijamente en este tipo de violencia proveniente de entidades, profundizaremos más allá, nos vamos a referir a una violencia extrema y desquiciada que se genera gracias a la presión social existente en las manifestaciones y las ganas de ver violencia una vez que se está inserto en el sistema de entidades que componen las manifestaciones, que es el punto a llegar con relación al documental. 

 En el caso de los tiempos de la dictadura que se puede apreciar en este documental, la injusticia y el atropello a la dignidad de las persona manifestantes que se cometía a diario, el contexto social y político de ese entonces era distinto. La gente se manifestaba por un cambio político, más bien para” derrocar  a un líder” y el miedo era mayor, la gente temía a desaparecer en una de estas mismas manifestaciones.

En el documental, se muestra de forma principal a los fotógrafos involucrados directamente con las manifestaciones como protestas o muchas otras diversas actividades que generalmente se relacionaban con las familias de los detenidos desaparecidos en ese entonces. La mayoría de los fotógrafos que nos relatan gran parte del documental, nos dan a conocer una mirada del trabajo que pudieron vivir en carne propia, al  realizar constantemente su trabajo. Al fotografiar los distintos sucesos de estas diversas manifestaciones. Con esto, nos referimos a lo siguiente: La actividad de capturar instancias en que se presenciaba la lucha de cada persona por combatir sus derechos siempre iba de la mano junto con la violencia y el dolor. No había lucha sin miedo, dolor y violencia recibida por las fuerzas especiales de carabineros. El querer reflejar este dolor y violencia en una buena foto era el objetivo de cada fotógrafo desde que comenzaba a fotografiar una manifestación. Eran tantas las ganas de capturar momentos de lucha de estas personas, que al final siempre traía la violencia, consigo, terminaba por transformar al fotógrafo en un ser “sediento de violencia”. Con esta expresión nos referimos a un fotógrafo que buscaba siempre reflejar la realidad, pero lamentablemente esta realidad era cruda y dolorosa, es por esto que el fotógrafo se acostumbró a tener como objetivo el buscar la violencia y el dolor, convirtiéndose así en una persona que se inundaba los ojos con violencia, prácticamente todos los días, deshumanizando su forma de vida. ¿Por qué? Porque nuestra sociedad no nos enseña a  buscar la violencia como objetivo humano, por esto, podemos decir que esta situación, deshumaniza la vida del fotógrafo. En el documental, encontramos muchos testimonios  de fotógrafos evidenciando esta reflexión. Entre ellas encontramos la siguiente:

”Estábamos acostumbrados a reaccionar ante los palos, ante los gases, ante los gritos, ante los funerales, ante los balazos, uno reaccionaba y fotografiaba, y ero como, te teniai’ la violencia ya metida dentro de ti, era como esperable y si no había eso era fome’, era como que no sabías que hacer. Entonces, te estabai’ convirtiendo en un tipo maldito en que ya los valores. ¿En qué estaba? O sea, tú estabas fotografiando el dolor para tú sentir una buena foto. ¿O qué?”. (Sebastián Moreno, minuto 53 a 54)

Refiriéndonos, por otro lado, al caso del asesinato en Valparaíso de los dos jóvenes universitarios, vamos a establecer desde ya su relación con la “violencia social” que planteábamos desde un principio, una violencia extrema y desquiciada, esta, se generó por el sujeto que disparó a dos jóvenes en una marcha, que se entiende, era por el derecho a la educación.

El querer y anhelar un derecho que no se considera en la vida de una persona (educación de calidad para todos) y para todos en el país, essta problemática, nos ha dividido a todos (o la mayoría) de los que formamos nuestra opinión de cómo se debe reaccionar ante esta situación, es decir, como país, redes sociales, redes humanas o los medios sobre todo, nos mantienen al tanto de lo que sucede con respecto a las manifestaciones y estamos en condiciones de informarnos de mucha gente que se atreve a manifestarse en desacuerdo al sistema de educación en Chile, a través de marchas o diferentes otras manifestaciones. En nuestra sociedad, aún estando al tanto o viviendo en carne propia cualquier tipo de vivencia significativa para esta situación, hubo en un lugar de este país, una mala recepción de estas manifestaciones. Un individuo que no fue capaz de reaccionar en su sano juicio ante una situación “extraordinaria”. El sujeto que disparó, perdió el control de su mente y producto de una discusión acabó con la vida de dos personas. ¿Es esto racional? No lo es, este asesinato que partió como discusión, se generó, en teoría por la manifestación. Pero, ¿por qué tiene que tomar una manifestación este carácter violento? O ¿Por qué la gente tiende a asociar estas manifestaciones como actos que involucran violencia? 

Es por la mirada que les da la sociedad y el sistema a estas manifestaciones, ya sea por la mal interpretación de los medios, mostrando solo los destrozos y la “peor parte” de una marcha, por ejemplo. De esta forma, se va creando una imagen violenta de las manifestaciones urbanas y la presión social es mayor. Al momento de encontrarnos con un lienzo colgado afuera de nuestras casas, ¿podríamos asociarlo con una actitud no violenta? Quizás muchos si, pero la mayoría de la gente que no se informa más allá de las noticias relevantes de los medios, probablemente no. La forma en que la gente reacciona ante las acciones “violentas”, para evitar problemas, tiende ser de un carácter pasivo, si no sabemos manejarlo, probablemente no sepamos llevar la situación y termine en un caos. Así es como pudo llegar esta discusión entre jóvenes, al punto de un acto totalmente irracional de una persona, en un contexto de manifestación humana haya sido un grito, un lienzo colgado afuera de propiedad o un graffiti en esta misma. En síntesis, fue posible que hubiera alguien que no reaccionara racionalmente ante una manifestación de estas características, explicado lo anterior, gracias a esta mirada violenta que nos da la sociedad, ya sea por los medios o por presenciar actos de violencia en estas manifestaciones, esta “violencia social” de la que hemos hablado desde el principio.

Muchos pueden comentar que “el graffiti” o “el lienzo que colgaron afuera de la propiedad (hay muchas versiones de lo ocurrido) justifica la reacción de lo ocurrido, pero no se puede justificar. La muerte de dos jóvenes realizando un graffiti o un lienzo, jamás será justificable. ¿Por qué? Porque hay algo que se llama criterio y sentido común de una persona y se determina por la sociedad a la cual pertenece.

Pudimos establecer entonces, la relación de “violencia social” entre lo ocurrido el 14 de Mayo de este año y lo visto en el documental “la ciudad de los fotógrafos”, que corresponde a un carácter irracional y deshumanizado del individuo producto de la violencia social ocurrente en las manifestaciones o por lo evidenciado, ya sea a través de la imagen, por fotos o por los medios de comunicación que influyen en la mirada que el individuo conoce las manifestaciones urbanas. No es justificable y no es aceptable para la sociedad que sigan ocurriendo hechos que deshumanizan a los individuos de su sentido común gracias a la violencia social, en el caso más actual, lo ocurrido el pasado 14 de Mayo, dentro del marco penal y moral del país, fue una injusticia, una injusticia producida por el mismo sistema de la sociedad, es por esto, que para evitar que sigan estos actos, el deber individual es más que importante. El cambio al sistema es complicado de realizar de forma inmediata, es por esto, que sólo se pide conciencia, sentido común individual y no dejarse manipular por esta violencia social.

Bibliografía


  • La ciudad de los fotógrafos. Dir. Sebastián Moreno. Estudios del Pez, 2006 (fílmico).

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