La violencia
social desde la dictadura hasta la Actualidad
Este ensayo tiene como fin establecer una relación entre lo ocurrido en
las manifestaciones de la dictadura militar observado en clases en el documental
“la ciudad de los fotógrafos” y el caso de los jóvenes asesinados en la marcha
del Jueves 14 de Mayo.
La relación que se establecerá desde un principio entre
estos dos fenómenos corresponde a “la violencia social” que involucra cada uno
de estos casos. Cuando hablamos de esta violencia social, nos referimos a una
violencia particular que abarca muchos entes sociales, como por ejemplo, el uso
de la fuerza innecesaria y abuso de poder de parte de las fuerzas especiales,
como carabineros, pero más allá de enfocarnos fijamente en este tipo de
violencia proveniente de entidades, profundizaremos más allá, nos vamos a
referir a una violencia extrema y desquiciada que se genera gracias a la
presión social existente en las manifestaciones y las ganas de ver violencia
una vez que se está inserto en el sistema de entidades que componen las
manifestaciones, que es el punto a llegar con relación al documental.
En el caso de los tiempos de la dictadura que se
puede apreciar en este documental, la injusticia y el atropello a la dignidad
de las persona manifestantes que se cometía a diario, el contexto social y
político de ese entonces era distinto. La gente se manifestaba por un cambio
político, más bien para” derrocar a un
líder” y el miedo era mayor, la gente temía a desaparecer en una de estas
mismas manifestaciones.
En el documental, se muestra de forma principal a los fotógrafos involucrados
directamente con las manifestaciones como protestas o muchas otras diversas
actividades que generalmente se relacionaban con las familias de los detenidos
desaparecidos en ese entonces. La mayoría de los fotógrafos que nos relatan
gran parte del documental, nos dan a conocer una mirada del trabajo que pudieron
vivir en carne propia, al realizar
constantemente su trabajo. Al fotografiar los distintos sucesos de estas
diversas manifestaciones. Con esto, nos referimos a lo siguiente: La actividad
de capturar instancias en que se presenciaba la lucha de cada persona por
combatir sus derechos siempre iba de la mano junto con la violencia y el dolor.
No había lucha sin miedo, dolor y violencia recibida por las fuerzas especiales
de carabineros. El querer reflejar este dolor y violencia en una buena foto era
el objetivo de cada fotógrafo desde que comenzaba a fotografiar una
manifestación. Eran tantas las ganas de capturar momentos de lucha de estas
personas, que al final siempre traía la violencia, consigo, terminaba por
transformar al fotógrafo en un ser “sediento de violencia”. Con esta expresión
nos referimos a un fotógrafo que buscaba siempre reflejar la realidad, pero
lamentablemente esta realidad era cruda y dolorosa, es por esto que el
fotógrafo se acostumbró a tener como objetivo el buscar la violencia y el
dolor, convirtiéndose así en una persona que se inundaba los ojos con
violencia, prácticamente todos los días, deshumanizando su forma de vida. ¿Por
qué? Porque nuestra sociedad no nos enseña a buscar la violencia como objetivo humano, por
esto, podemos decir que esta situación, deshumaniza la vida del fotógrafo. En
el documental, encontramos muchos testimonios de fotógrafos evidenciando esta reflexión. Entre
ellas encontramos la siguiente:
”Estábamos acostumbrados a reaccionar ante los
palos, ante los gases, ante los gritos, ante los funerales, ante los balazos,
uno reaccionaba y fotografiaba, y ero como, te teniai’ la violencia ya metida
dentro de ti, era como esperable y si no había eso era fome’, era como que no
sabías que hacer. Entonces, te estabai’ convirtiendo en un tipo maldito en que
ya los valores. ¿En qué estaba? O sea, tú estabas fotografiando el dolor para
tú sentir una buena foto. ¿O qué?”. (Sebastián Moreno, minuto 53 a 54)
Refiriéndonos, por otro lado, al caso del asesinato en Valparaíso de los
dos jóvenes universitarios, vamos a establecer desde ya su relación con la
“violencia social” que planteábamos desde un principio, una violencia extrema y
desquiciada, esta, se generó por el sujeto que disparó a dos jóvenes en una
marcha, que se entiende, era por el derecho a la educación.
El querer y anhelar un derecho que no se considera en la vida de una
persona (educación de calidad para todos) y para todos en el país, essta
problemática, nos ha dividido a todos (o la mayoría) de los que formamos
nuestra opinión de cómo se debe reaccionar ante esta situación, es decir, como
país, redes sociales, redes humanas o los medios sobre todo, nos mantienen al
tanto de lo que sucede con respecto a las manifestaciones y estamos en
condiciones de informarnos de mucha gente que se atreve a manifestarse en
desacuerdo al sistema de educación en Chile, a través de marchas o diferentes
otras manifestaciones. En nuestra sociedad, aún estando al tanto o viviendo en
carne propia cualquier tipo de vivencia significativa para esta situación, hubo
en un lugar de este país, una mala recepción de estas manifestaciones. Un
individuo que no fue capaz de reaccionar en su sano juicio ante una situación “extraordinaria”.
El sujeto que disparó, perdió el control de su mente y producto de una
discusión acabó con la vida de dos personas. ¿Es esto racional? No lo es, este
asesinato que partió como discusión, se generó, en teoría por la manifestación.
Pero, ¿por qué tiene que tomar una manifestación este carácter violento? O ¿Por
qué la gente tiende a asociar estas manifestaciones como actos que involucran
violencia?
Es por la mirada que les da la sociedad y el sistema a estas
manifestaciones, ya sea por la mal interpretación de los medios, mostrando solo
los destrozos y la “peor parte” de una marcha, por ejemplo. De esta forma, se
va creando una imagen violenta de las manifestaciones urbanas y la presión
social es mayor. Al momento de encontrarnos con un lienzo colgado afuera de
nuestras casas, ¿podríamos asociarlo con una actitud no violenta? Quizás muchos
si, pero la mayoría de la gente que no se informa más allá de las noticias
relevantes de los medios, probablemente no. La forma en que la gente reacciona
ante las acciones “violentas”, para evitar problemas, tiende ser de un carácter
pasivo, si no sabemos manejarlo, probablemente no sepamos llevar la situación y
termine en un caos. Así es como pudo llegar esta discusión entre jóvenes, al
punto de un acto totalmente irracional de una persona, en un contexto de
manifestación humana haya sido un grito, un lienzo colgado afuera de propiedad
o un graffiti en esta misma. En síntesis, fue posible que hubiera alguien que
no reaccionara racionalmente ante una manifestación de estas características,
explicado lo anterior, gracias a esta mirada violenta que nos da la sociedad,
ya sea por los medios o por presenciar actos de violencia en estas
manifestaciones, esta “violencia social” de la que hemos hablado desde el
principio.
Muchos pueden comentar que “el graffiti” o “el lienzo que colgaron
afuera de la propiedad (hay muchas versiones de lo ocurrido) justifica la
reacción de lo ocurrido, pero no se
puede justificar. La muerte de dos jóvenes realizando un graffiti o un lienzo,
jamás será justificable. ¿Por qué? Porque hay algo que se llama criterio y
sentido común de una persona y se determina por la sociedad a la cual
pertenece.
Pudimos establecer entonces, la relación de “violencia social” entre lo
ocurrido el 14 de Mayo de este año y lo visto en el documental “la ciudad de
los fotógrafos”, que corresponde a un carácter irracional y deshumanizado del
individuo producto de la violencia social ocurrente en las manifestaciones o
por lo evidenciado, ya sea a través de la imagen, por fotos o por los medios de
comunicación que influyen en la mirada que el individuo conoce las
manifestaciones urbanas. No es justificable y no es aceptable para la sociedad
que sigan ocurriendo hechos que deshumanizan a los individuos de su sentido
común gracias a la violencia social, en el caso más actual, lo ocurrido el
pasado 14 de Mayo, dentro del marco penal y moral del país, fue una injusticia,
una injusticia producida por el mismo sistema de la sociedad, es por esto, que
para evitar que sigan estos actos, el deber individual es más que importante.
El cambio al sistema es complicado de realizar de forma inmediata, es por esto,
que sólo se pide conciencia, sentido común individual y no dejarse manipular
por esta violencia social.
Bibliografía
- La ciudad de
los fotógrafos. Dir. Sebastián Moreno. Estudios del Pez, 2006 (fílmico).
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