sábado, 12 de marzo de 2016

“EL árbol” María Luisa Bombal

“EL árbol”


María Luisa Bombal

  
 Este trabajo consta de un análisis en torno al cuento “El árbol” de María Luisa Bombal, cuento que nos relata la cotidianidad de una joven mujer, Brígida. Casada, que se considera particularmente ignorante y menos que el resto en muchos sentidos por diversos motivos (por sobre todo familiares). Estas percepciones la llevan a vivir un matrimonio extraño, momentos de angustia y desconcierto. Es ahí donde conoce y comienza una conexión profunda y especial por “el árbol” de la ventana de su sala de vestir.

Brígida, se encontraba en un matrimonio extraño, el cual constaba de varias dudas sobre su marido, que según señala ella era el “único” con el que podía contraer matrimonio, ya que el se agradaba con ella, la llamaba “collar de pájaro”, la ternura que le causaba Brígida a su marido, Luis (íntimo amigo de su padre), era uno de los pilares fundamentales de su matrimonio. Luis, era un hombre ocupado, por lo menos eso era lo que le comentaba a Brígida, no dedicaba el tiempo suficiente para su esposa, el tiempo que ella afirmaba necesitar, junto con las ganas de sentirse amada y un motivo para llegar a casa a verla y que le tomara la misma o más importancia que él le daba a su trabajo y a sus demás preocupaciones. Dadas estas situaciones en su matrimonio, Brígida se cuestionaba muchas veces porqué estaban casados, vivía muchas circunstancias de descontento y de impotencia al no poder tener un matrimonio completo y sin la satisfacción de sentirse verdaderamente valorada e importante para su marido.

Brígida, mantenía una particular relación con su sala de vestir, tanto que un día toma conciencia de la plenitud que le daba estar en el, sentía una perfecta sensación de temperatura, agrado hacia los espejos y demás objetos dentro de la habitación y la sensación de recibir diferentes pensamientos una vez dentro de ese cuarto. Pero por sobre todo, el árbol, un Gomero que un día descubre que daba a la ventana de este cuarto de vestir, justo el día en que siente más impotencia con la actitud de su marido, las ramas del árbol y su gran sombra causan un estruendo profundo en el sentir de Brígida, pero que logran llenar todo el malestar y desconcierto que le había provocado su marido con un sentimiento de plenitud y motivo para estar en la habitación, el presenciar la escena de este árbol, que le dio a Brígida, desde un comienzo de complitud en su sentir como mujer, de sentirse acogida y acompañada.
Este sentimiento para Brígida se convirtió inconscientemente en un escape a su imperfecto matrimonio, era su única instancia dentro del cuarto de vestir, en que se sentía segura y agradada por completo. Brígida sentía una sensación inexplicable en palabras sencillas, el Gomero era el que daba los reflejos a los espejos, la sombra en toda la habitación y la sensación de flotar en notas musicales que le llenaban en todos sentidos. Esta sensación se puede notar y sustentar en las siguientes dos cita: “El cuarto se inmovilizaba en la penumbra, ordenado y silencioso. Todo parecía detenerse eterno y muy noble. Eso era vida“(Bombal 11), “Es el árbol pegado a la ventana del cuarto de vestir. Le bastaba entrar para que sintiese circular en ella una gran sensación bienhechora” (5). Eran estas sensaciones de plenitud, las que llenaban el vacío que dejaba su marido al dejarla en la mañana, al contestarle lo justo y necesario y no preguntarle sobre su vida, al no hacerla sentir amada y una esposa incondicional.

El árbol afectaba directamente el estado anímico de Brígida, convirtiéndose en un elemento fundamental en sus días de desconcierto e inseguridad sobre su persona. Este Gomero se relacionaba con tanta profundidad en ella, como si fuera una persona. Una persona con sentimientos y emociones, porque al fin y al cabo, el árbol le dio a Brígida, todo lo que su marido no pudo completar en su matrimonio, le entregaba sensaciones incomparables a las que le podía provocar Luis, que le permitían seguir con las ganas de vivirlas. El árbol de su ventana representaba un marido para la vida de Brígida pero no un marido que trabajara o que tuviera obligaciones, ni que le contestara justo lo que preguntaba, sino un marido noble, agradable que le diera la sensación de sentirse agradada. Un marido, una persona, al igual que Brígida.  Una persona con libertad, naturalmente noble y con vida. Al igual que un simple árbol.



Bibliografía:


·         Bombal, María. “El árbol”. Letras de Chile. Web. 21 Junio. 2015 <http://www.letrasdechile.cl/Joomla/images/el-arbol.pdf>





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