domingo, 13 de marzo de 2016

Historia Contemporánea, Ensayo .

Ensayo N°2 Historia Contemporánea

Si nos contextualizamos en los años la década de 1960, nos encontraremos con un período de la historia en donde el mundo continuaba en la llamada “Guerra Fría”, situación en la cual el mundo se vio polarizado en dos superpotencias, las cuales correspondían a; EE.UU. (Estados Unidos), teniendo como base el sistema económico capitalista y la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), inserto en un sistema de carácter socialista.

Durante mucho tiempo (principalmente los primeros años) estas dos, se vieron enfrentadas mediante muchos ámbitos, principalmente el apoyo político de parte de otras naciones, la tecnología, la ciencia, el armamento y muchas otras situaciones que lograban una determinada oposición entre estas. Sin embargo, al pasar de los años y volviendo a contextualizarnos en la década de los 60, veremos al mundo en una etapa muy seria de cambios, en el cual podemos encontrar una gran cantidad de ámbitos políticos y sociales e incluso culturales, como lo fue la perspectiva de liberación en los cuestionamientos sobre el paradigma de la educación, debido a la alta pobreza resultante de la crisis que azotó a Europa, lo que implicó la caída de modelos imperantes e influyentes como el Estado de Bienestar. Acontecimientos que fueron marcando a la sociedad en general, influyentes para la historia universal, en donde la gente se ve afectada en muchos ámbitos y en diferentes lugares del mundo. Más aun, hubo hasta  cuestionamientos radicales sobre la efectividad política y económica de las superpotencias. Sin embargo, hubo una que logró triunfar finalmente sobre otra, gracias a un fuerte cuestionamiento de las políticas de esta…

Es por esto, que este ensayo pretende analizar qué es lo que significó, cuales fueron las causas principales, que otros factores externos influyeron en este cuestionamiento político radical de una ideología sobre otra y qué fue efectivamente lo que dio como resultado este cuestionamiento que en un comienzo se presentó como un enfrentamiento entre ideologías: capitalista y comunista.

Objetivamente hablando, luego de la segunda guerra mundial, surge una cantidad bastante amplia de movimientos con una crítica hacia los sistemas y situaciones imperantes, de crítica hacia la cultura y normas sociales impuestas. Se pudo observar fuertes críticas a los valores norteamericanos, ya que EE. UU. Generalmente siempre se mostró como una superpotencia con sus principios claros y pautas que espontáneamente generaban exclusión para quienes no quisiesen seguir sus principios y valores. Surgen nuevas formas de mostrarse hacia la vida, como orientación sexual, una juventud que se muestra autónoma frente a su propia economía y relaciones sociales con su futuro e incluso el mismísimo movimiento hippie, el cual fue un claro ejemplo de liberación, expresión y descontento social hacia ciertas situaciones en la década de los 60.

Ligada a estas liberaciones del individuo de la época, es prudente mencionar que el individuo se encuentra en un trasfondo del neoliberalismo, cada vez desea enriquecerse más como persona. Busca una ruptura de valores tradicionales capitalistas que reinaron durante mucho tiempo como paradigmas en muchos ámbitos. (Hábitos de trabajo, obediencia al modelo imperante, lealtad, etc.) Cabe destacar que los principales actores de la búsqueda de cambios a través de esta “Revolución cultural”, fueron los jóvenes, quienes se encargaron de llevar un espíritu de perseverancia hacia los ideales que se perseguían. Esto podemos argumentarlo y complementarlo de muy buena forma gracias a la siguiente cita de Hobsbawn: “La cultura juvenil se convirtió en la matriz de la revolución cultural en el sentido más amplio de una revolución en el comportamiento y las costumbres, en el modo de disponer del ocio y en las artes comerciales, que pasaron a configurar cada vez más el ambiente que respiraban los hombres y mujeres urbanos”. [1]Fue gracias a esta matriz juvenil, la constitución de nuevas ideas y planteamientos sobre el sistema imperante hasta ese entonces en Europa. Sin embargo, esta revolución cultural no siempre era vista de manera positiva. En muchas ocasiones se observaba como una amenaza, como una liberación fuera de control. Esto se puede apreciar en la siguiente cita de Harvey: “A principios de la década de 1970, aquellos que aspiraban a la libertad individual, y a la justicia social, pudieron hacer causa común frente a lo que muchos percibían como un enemigo común”. [2]Estos jóvenes debieron enfrentar una gran cantidad recríticas de parte de las autoridades y de una sociedad a nivel mundial.

Por consiguiente, debemos recordar que en Europa, existía un sistema fuerte e imperante llamado Estado de Bienestar”, el cual surge con el modelo de Keynes. Este consistía en optimizar Al Estado como un agente indispensable para la seguridad y bienestar social general de la sociedad. El Estado no podía desvincularse de la actividad económica, siempre debía intervenir. Este modelo nace como una respuesta al mal estado de muchas naciones europeas que sin duda, necesitaban ayuda debido a serios problemas como el desempleo y la salud. Pues, el Estado era el responsable de asegurar a todas las personas un mínimo nivel de vida. Cabe destacar, que este modelo pudo desarrollarse sólo en países desarrollados y en un contexto económico de “época dorada” del capitalismo.

Sin embargo, el capitalismo mundial entra en problemas y el Estado de Bienestar ya no podría seguir sosteniendo a la sociedad. En 1970 ocurre lo que se llamó “la crisis del petróleo”, debido a esta crisis se genera una estanflación en el sistema de producción,  la industria ya no crecía al mismo ritmo de antes, algo que por consecuencia genera un serio desempleo. Así lo apunta Harvey en la siguiente cita: “El crecimiento tanto del desempleo como de la inflación se disparó por doquier anunciando la entrada de una “estanflación” global que se prolongó durante la mayor parte de la década de 1970”. [3]Un gran porcentaje de desempleo se mantuvo durante largos años. Esta época trajo nuevos tipos de empleos, como los del sector servicio. Sin embargo, estos empleos no se implementaron con la misma rapidez y facilidad que los de la plena industrialización. Esta situación acrecentó las tasas de desempleo en Europa. Esta, pasó de tener una época de pleno éxito capitalista y empleos gracias al Estado de bienestar a una etapa de desempleo masivo, en donde casi el 14% de la población vivía en situación de pobreza.

Existía un gran número de personas que quedaron fuera del mundo laboral y no conseguían encontrar trabajo de ninguna manera. Incluso, debido a la nueva etapa de tecnología, muchos trabajadores quedan al margen, dadas sus deficiencias de conocimiento tecnológico. Esto, podemos sustentarlo y argumentarlo con la siguiente cita de Hobsbawm: “la clase obrera acabó siendo víctima de las nuevas tecnologías, especialmente los hombres y mujeres no cualificados, o sólo a medias, de las cadenas de montaje, fácilmente sustituibles por máquinas automáticas”. [4]Es de esta situación de nuevas tecnologías y avances en el mundo laboral, de donde fueron surgiendo problemas importantes para el ámbito del empleo en plena Europa. Se podría decir que la tecnología no fue del todo positiva, sino todo lo contrario, un elemento negativo para el bienestar de muchos europeos.

Debido a esta situación ocurre un serio cuestionamiento a la educación. Con esto nos referimos a que el paradigma de la educación (por sobre todo superior), como una forma de surgir y encontrar empleo más bien de una forma segura se pone en duda, ya que esta crisis tuvo tal profundidad, que ya no era probable asegurar un empleo, estuviera o no estuviera correctamente capacitado.

Es prudente, en este momento mencionar de qué manera se encontraba la URSS tanto económica como políticamente. Pues, desde los años 70, la URSS (países que hasta ese entonces todavía seguían su modelo comunista) comenzó con un estancamiento económico, junto con los desfavorables números de los indicadores básicos de mortalidad y esperanza de vida. Esto, cada vez aumentaba la inseguridad y desconfianza hacia el sistema socialista. El estancamiento económico de la URSS, anteriormente mencionado, trajo problemas de todo tipo, como la disminución en las inversiones de estas naciones y su baja productividad, una marginación tecnológica, el crecimiento económico es decreciente y la agricultura crea más problemas con el aprovisionamiento. 
Desde estos momentos, países comienzan a cuestionar seriamente el sistema socialista, un ejemplo es Polonia. Además de Afganistán y su lucha por dejar el partido comunista.
A partir de los años 80, se hizo evidente que algo no estaba bien en los sistemas socialistas, todas las tasas de crecimiento cayeron. La URSS se había quedado atrás en relación al capitalismo, esto se podía observar en muchos sentidos, tanto en las tasas de crecimiento básico como en redes comerciales, innovación, etc.

No obstante, dadas las deficientes visiones que se tenía sobre la URSS, se intenta modificar su sistema, a través de una serie de reformas. Una de las más influyentes corresponde a la “Perestroika”. Dada a conocer por Gorbachov, quien se mantenía fiel al socialismo pero deseaba nuevas políticas, se daba cuenta del notorio atraso de la URSS y buscaba una mejora sin lugar a dudas. El modelo de la Perestroika, buscaba una reestructuración y una apertura de la economía socialista a la economía d mercado. Esta, implicó una cierta libertad económica privada, postulaba la independencia de las empresas. En síntesis, una serie de medidas que tienden a quitarle rigidez al socialismo.
Otra medida fue la “Glasnot”, la cual se basaba en la transparencia y apelaba a la existencia de militantes políticos no socialistas. Algo Que implicó una floreciente diversidad ya fuera en política como socialmente, ya que la rigidez con la cual se llevaba a cabo la política socialista, no acostumbraba desarrollar ámbitos como la transparencia en cuanto a lo que sucedía política, social y culturalmente, ni menos la diversidad de estas. Un claro ejemplo de esta situación  se puede demostrar en la siguiente cita de Poch de Feliú: “Pero conforme se iba configurando el clímax radical, la glasnot daba lugar a una extraordinaria <<primavera cultural>>. De repente, salía a la superficie toda a creación artística, literaria e intelectual, prohibida, exiliada, excluida y reprimida durante largas décadas”[5]. Es decir, la cita demuestra e incluso afirma la aparición de un modelo que dejaba “al descubierto” y permitía el conocimiento de determinadas creaciones de todo tipo, las cuales habían sido ocultadas por el rígido sistema socialista que había imperado durante un largo período. Es más, para muchos, gracias a las reformas de Gorbachov, la URSS, ya no constituía un motivo para el terror o represión como anteriormente lo era. Así lo demuestra la siguiente cita de Judt: “Para la mayoría, la época del terror había terminado y, al menos para la generación de Gorbachov, una vuelta al tiempo de las detenciones masivas y las purgas dentro del partido era inimaginable”.[6]

Es importante mencionar, que la unión soviética comienza a centrarse en problemas propios y en dejar de lado ciertas medias propias de la Guerra Fría. Pues, deja ciertos gastos de países a los cuales ayudaba (Cuba, por ejemplo), retirando sus tropas y retrocediendo cada vez más (deshaciendo poco a poco ciertas medidas) sobre lo que se había logrado con los años.

La pugna comenzaba a llegar a su fin. Pues, la “Perestroika” y la “Glasnot”, logran profundizar aun más la crisis económica y política imperante en la URSS. La población que habitaba esta unión soviética, cada vez desconfiaba y dejaba de creer en el progreso socialista en diferentes ámbitos, pero por sobre todo su deficiente abastecimiento económico. Esto podemos apreciarlo y argumentarlo en la siguiente cita de Poch de Feliú: “el efecto práctico fue un rechazo sicológico cada vez más acusado y general del referente socialista como algo políticamente débil e inseguro que no sólo cargaba con el natural resentimiento hacia el mundo oficial acumulado por la sociedad en su cotidianeidad a lo largo de largas décadas, sino que, además, era visto como factor de una sensible caída del desabastecimiento”. [7]
Las reformas y descontento por el socialismo continuaron, hasta que un día gracias a determinadas reformas, el muro de Berlín cayó y las Alemanias que fueron divididas, volvieron a unificarse ya en 1990. Es prudente mencionar que era de esperase esta abrupta caída, el socialismo venía decayendo y mostrándose en desventaja por muchos años. Pues, al desaparecer esta superpotencia, la guerra fría culmina con un ganador: El capitalismo.

Finalmente, pudimos analizar la razón del punto cúlmine de esta Guerra Fría, pues se puso fin a una superpotencia gracias a que uno de sus preceptos más influyentes y “corruptos”, lo que significaba separar Alemania y Berlín por sus preceptos políticos, pudo llegar a su fin. En finalidad, el socialismo fue cuesta abajo de a poco, derrota tras derrota. Algo que nos llama a analizar la economía mundial desde este punto de vista. Ya que el Estado de Bienestar en Europa cada vez era más criticado, con la caída de la URSS, el socialismo ya no era una alternativa potencial, el neoliberalismo pasa a ser un pensamiento hegemónico y se convierte en una creencia total en el mercado. Este sistema era prácticamente un sistema único de alternativa, y por lo tanto, el más atrayente.

Esta política económica de liberación de mercado, reducción de gasto público e intervención mínima del Estado, logran formar parte de la economía mundial globalizada. Hoy en día, el neoliberalismo es imperante en nuestro diario vivir, sobre todo en el mundo occidental. Sin duda, el capitalismo se ha convertido en un “vencedor” sobre el socialismo históricamente, este ha logrado permanecer en el tiempo, dando una confianza más duradera de la que logró la Unión Soviética.

 Bibliografía:

  • Poch de Feliú, Rafael. La gran transición. Rusia 1985-2002. Crítica, 2003. Capítulos 1 y 2
  • Judt, Tony. Algo va mal, Taurus, 2010
  • Harvey, David. Breve historia del neoliberalismo, Akal, 2007, cap 1 y 2.
  • Hobsbawm, Eric. Historia del Siglo XX. Crítica, 2003. cap X y XI


[1] Hobsbawm, Eric. Historia del Siglo XX. Crítica, 2003, cap XI, p. 331
[2] Harvey, David. Breve historia del neoliberalismo, Akal, 2007, cap 2, p. 48
[3] Harvey, David. Breve historia del neoliberalismo, Akal, 2007, cap 1, p. 18
[4] Hobsbawm, Eric. Historia del Siglo XX. Crítica, 2003. cap X, p. 306
[5] Poch de Feliú, Rafael. La gran transición. Rusia 1985-2002. Crítica, 2003, cap 4, p. 71
[6] Judt, Tony. Algo va mal, Taurus, 2010, p. 860
[7] Poch de Feliú, Rafael. La gran transición. Rusia 1985-2002. Crítica, 2003, cap 2, p. 46

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