domingo, 13 de marzo de 2016

Examen Sociología

EXAMEN
Sociología


1) Cuando nos referimos a que la sociología propone que la acción humana se explica por lo “social”, podemos identificar muchos factores que nos harán entender esto último. En la sociología, se han generado teorías que buscan explicar la totalidad de la vida social y a la vez, la misma sociología elabora una terminología particular para la comprensión de la sociedad. Estamos inmersos en una sociedad constantemente, queramos o no y es importante analizar el comportamiento de esta, y más allá de analizar el propio comportamiento, la sociología busca analizar el “porqué” realizan estos determinados comportamientos.

Es importante mencionar uno de los conceptos más importantes para definir el comportamiento de la sociedad, nos referimos al “control social”, que como bien lo describe la expresión, estamos inmersos en una sociedad que nos impone control, tan sólo con ser parte de la sociedad, estamos siendo sometidos a ciertas normas, debemos cuidarnos de no “salirnos de las líneas”, situarnos a los márgenes y asumir las pautas de conducta que nos han impuesto, porque de otra forma seremos sancionados por esta misma sociedad controladora. Cabe destacar que los márgenes de conducta y sus límites dependen de cada sociedad y que por lo general, los métodos no violentos son los que más se usan, mientras que la violencia se usa como última opción.
Se puede decir, que el control social es una forma de imponer formas de pautas para nuestra conducta y cómo la libertad limita la libertad del sujeto, junto con la estatificación social. Esto nos lo puede señalar el autor Berger, claramente en su texto.
También podemos percatarnos, que la sociedad nos entrega un determinado “papel” dentro de ella. Sin embargo, tenemos la capacidad de cuestionar y transformar este mismo. Es aquí cuando las personas adquieren una libertad, no hay una manera de ser, que sea “única”, todos representamos una identidad dependiendo de cada público al que nos enfrentemos. Es por esto, que las personas no sólo actúan para convencer al resto, sino también por tener la libertad de desviarse de sus “papeles”, independiente que la sociedad nos imponga otra cosa, siempre está la posibilidad de no hacerlo y no seguir lo impuesto previamente.

Otro concepto importante dentro de nuestro comportamiento en sociedad es la “interacción”, la cual corresponde a la influencia recíproca de un individuo sobre las acciones del otro. Este concepto influye directamente en nuestra conducta social, ya que estamos en constante interacción entre individuos, al no ser todos iguales y poseer diferentes papeles, nuestra impresión sobre los demás va a ser clave para las decisiones que tomemos frente a cualquier tipo de situación social. Todas las interacciones formarán nuestra sociedad y nuestro ambiente y contexto social. Por lo que es importante cada influencia que tenemos en otras personas.
Estos conceptos, nos dan a entender cómo la sociología y sus factores tienden a explicar nuestro comportamiento dentro de un ámbito social. Ya sea por el contexto y las normas que debemos seguir para permanecer en ella, por los papeles que cumplimos dentro de ella y nuestra conformidad con respecto a ellos o simplemente nuestra influencia como individuos para las demás personas que conviven día a día con las mismas reglas y normas que uno.

3) Con relación a Marx, se puede decir que para este autor siempre existieron clases sociales en nuestra historia. Independiente del tiempo en el que se encontrara la sociedad, siempre hubo una división entre “clase trabajadora” y “clase que sometía” o “clase privilegiada”. Por ejemplo, hace unos años atrás la división se basaba entre “señor feudal y vasallo”. Con el tiempo y la revolución industrial, esto cambio a “burgués y proletario”. Para el autor, la historia de las sociedades se basa en la lucha de clases, y siempre enfatizando la importancia de la historia, para Marx esta era predominante, el autor siempre enfatizó lo que era el materialismo histórico.
Si nos referimos a una relación entre la noción de “clase social” y “cambio social” es posible señalar lo siguiente: para Marx, el cambio social es genera mediante la “Revolución” de parte del proletariado por sobre la burguesía (dos clases sociales existentes), un concepto que siempre ha tenido convicción de parte de los sometidos para acabar con este sistema desigual y poder llegar a mantener una “igualdad”. Sin embargo, las clases sociales siempre han existido durante el tiempo. No obstante, la lucha para el autor, es un concepto clave y se ha mantenido constante en la historia hasta la actualidad.

Refiriéndonos a Beck y Beck-Gernsheim, nos habla de las clases sociales como un concepto que está perdiendo importancia a través del tiempo, ya que es una división social muy radical, la cual ha ido perdiendo credibilidad, debido a los cambios sociales y económicos que han envuelto a la sociedad. Gracias a estos cambios, el sistema de libre mercado y la desvinculación de la economía a los principios articulados (estos se radicalizan), dan paso a una nueva percepción del hombre. Hablamos de la “individualización”, es decir, la sociedad se comenzaba a caracterizar por las decisiones individuales. Comenzaba a haber una división del proyecto colectivo y por esta razón ya no se estaba tomando en cuenta el concepto de “clases sociales”. El individuo ya no se identificaba por el grupo de pertenencia, o sea, su clase, sino por su proyecto individual y las decisiones que tomaran con respecto al propio futuro. Esto no habría podido suceder sin el sistema económico en el cual se insertaron las personas, el capitalismo trajo consigo un cambio de vida para la sociedad.
En este caso, el “cambio social” para el autor, a diferencia de lo que señala Marx, no es por intereses comunes, ya no se intenta un cambio a nivel de clase por sobre otra clase social, sino con el proyecto individual de cada uno para subsistir de mejor forma en la sociedad en que uno se encuentra. Esta es la relación que se puede hacer entre las nociones. Pues, la “clase social” restó importancia, gracias a un “cambio social”, que traía consigo una “individualización” para el hombre.
Ideas muy distintas que contraponen a los autores, ya que para Marx, la existencia de clases sociales siempre estuvo presente en su discurso, para él, estas siguen con su misma importancia y la separación de estas sigue predominando en la sociedad actual, junto con la división entre “clase trabajadora” y “burguesía”. Para Marx nada de esto ha cambiado y la lucha de clase continúa.

A diferencia de Beck y Beck-Gernsheim, nos plantea un claro desinterés por esta radical división de grupos sociales, ya que lo predominante es el proyecto individual que ha sabido llevar el hombre y las decisiones por su futuro propio. Además de la radicalización de todos los principios previos articulados que tienden, a su vez, por su cambio y transformación, a radicalizar a las personas

Examen ciencia política

Examen


1. Chile es un país que respeta la mayoría de los aspectos democráticos con respecto a los principios que debe tener una democracia según el autor Uriarte. Sin bien la mayoría de estos son considerados en Chile totalmente, hay ciertos puntos que nuestro país no respeta en su totalidad, por lo que no puede ser un país con una democracia plena y completa. Con respecto a estos puntos, nos detendremos con más detalle para especificar porqué no se respetan en su totalidad en Chile.
Según los planteamientos de Uriarte, podemos mencionar seis características que debe tener un país para tener una plena democracia, estos son los siguientes:
·                  Sufragio universal masculino y femenino, este requisito se considera imprescindible para el autor. Se podría decir que es uno de los principios más respetados y considerados a nivel nacional.
·                  Elecciones libres, competitivas y periódicas según las normas establecidas de  los gobernantes. Su periodicidad varía según el país.  No obstante, Chile cumple con esta característica.
Estas dos características nos señalan firmemente, según Uriarte, que la democracia es representativa. Es decir, el pueblo sufraga por la elección de líderes, para ser gobernados a través de estos representantes.

·                  Otra característica importante que debe tener la democracia según Uriarte es la existencia  de más de un partido político y el respeto a la de diversidad de ideales. Es muy común, en la actualidad de nuestro país, la existencia de partidos políticos, estos, partidos, al ser varios, llegan a todo tipo de gente, contando con la participación de los ciudadanos al momento en que estos deciden militar en ellos.
·                  También la característica de poseer fuentes de información distinta y alternativa. Estas fuentes de información equivalen a la televisión, la radio, los periódicos, el Internet y las redes sociales en general. Algo que en nuestro país se respeta al poseer distintas fuentes de información y la alternativa de elegir la que nos parezca mejor para informarnos.
·                  La Libertad de expresión, con respecto a este punto nos detendremos a profundizar un poco más. Ya que, es uno de los  requisitos de la democracia más ambiguos y complicados de definir. Como ciudadanos tenemos la facultad de expresarnos, podemos  expresar lo que nos parece correcto y demostrar nuestro descontento. Esto puede realizarse  tanto personalmente, como por alguna vía virtual, por una red social virtual, por ejemplo. Pero siempre y cuando no se pase a llevar la ley. Es por esto, que poseemos libertad de expresión hasta cierto punto y de forma parcial, ya que, la ley vela por nuestra buena conducta y si uno de nuestros actos de expresión viola algún punto de nuestra ley, seremos sancionados. De todas formas, cabe destacar nuevamente que la libertad de expresión tiene un carácter ambiguo. Si reflexionamos en torno a la ley, al restringirnos y ponernos límites sobre nuestra conducta, están expresando libremente su opinión y si algún individuo tiende a protestar ante esto (por ejemplo), también está manifestando libremente su opinión. Frente a cualquier caso nos encontramos con expresiones de libertad, sancionadas claramente pero están. Con respecto a esto, se puede decir que nuestra libertad de expresión se mantiene reglamentada y con límites que amenazan con la sanción.
·         Otra característica de la democracia, según Uriarte, es la “Autonomía de las asociaciones”, esta corresponde a darle un grado de libertad a las asociaciones, ya sean empresas, instituciones, bancos, etc. Esto, para gobernarse de manera autónoma. En nuestro país esto si ocurre, las asociaciones no siguen órdenes del estado y funcionan de manera autónoma.
Si bien pudimos mencionar las seis características que debe tener un país para ser considerado democrático, según Uriarte y detenernos en un punto detalladamente para explicar porqué no se cumplía totalmente en Chile, aún nos queda un aspecto importante por mencionar que impide una plena democracia en nuestro país, además de todo lo anterior. Nos referimos al “sistema binominal”. Un sistema que no beneficia siempre a la mayoría de votos, sino a las alianzas que puedan existir en contexto de elecciones políticas. Aunque un candidato obtenga más votos que todos sus candidatos contrincantes, si hay una lista que sume más votos que la de este, no obtendrá el cargo ganador. Algo no democrático y poco representativo con el voto de los ciudadanos.
Chile, ha obtenido bastantes logros a favor de la democracia. Es por esto que si estos “obstáculos” como el sistema binominal y algunas ambigüedades de la libertad de expresión se redujeran, estaríamos llegando a una plena democracia.
3. Para caracterizar el sistema de partidos en Chile es importante comenzar mencionando la división que se establece entre el sistema “fragmentado” e “institucionalizado”. A lo que nuestro país cae completamente dentro de lo “institucionalizado”. Esto se debe a que este último se caracteriza por tener partidos ideológicamente coherentes y poseer una cierta antigüedad, lo que les da bastante más coherencia. Este punto, nuestro país lo respeta perfectamente, ya que los partidos activos políticos existentes de Chile, tienen antigüedad junto con un historial durante el tiempo. Algunos ejemplos de estos partidos son: Democracia Cristiana (DC), Partido Comunista (PC), Partido Radical (PR), Partido Socialista (PS), etc. Esta antigüedad es lo convierte a nuestro país en un sistema institucionalizado. Cabe destacar que Chile, junto con Costa rica y Uruguay, son los países Latinoamericanos con más antigüedad en partidos políticos.
Con relación al sistema “fragmentado”, este posee en su interior una gran división ideológica entre sus partidos y además no poseen una cierta antigüedad. Algo totalmente contrario a lo “institucionalizado”, dado que lo fundamental en este, es tener partidos ideológicamente coherentes. Un ejemplo de un país que podría caber dentro de los sistemas “fragmentados” es el caso de Perú, el cual mantiene una diferencia política de gran tamaño entre sus partidos y sus partidos políticos activos no mantienen esta rigurosidad histórica. Es más, muchos de sus partidos políticos activos son relativamente “nuevos”.
Continuando con los sistemas de partidos, existe otra división de parte de un autor llamado “Alan Ware”. Quien hace referencia a un “multipartidismo” y un “bipartidismo”. En donde nos señala que el “multipartidismo”, como bien lo dice la palabra, posee múltiples partidos políticos activos, por lo que actúa en beneficio a la representatividad, ya que al haber una gran cantidad acompañada de variedad y diversidad política, se representa a más sectores políticos de la sociedad. Sin embargo, por más que por este lado de la representatividad se obtengan beneficios, un sistema multipartidario tiende a una alta competencia entre partidos y le da inestabilidad al país, algo que vendría siendo una desventaja para los países que poseen este sistema.
Refiriéndonos al sistema “bipartidario”, el bipartidismo se caracteriza por no tener un gran número de partidos (dos partidos), lo que en este caso actúa en contra de la representatividad. Llevándolo al caso Chileno, podemos decir que en nuestro país no hay solo dos partidos pero en su generalidad, los partidos se comportan como si hubiera un bipartidismo. Esto se debe a que existe una gran estabilidad política, cosa que poseen los sistemas bipartidarios y un gran número de coaliciones entre partidos. Un ejemplo es la Democracia Cristiana, partido que tiende a compartir y converger en ciertos casos con el Partido Comunista, algo que en nuestro país se da y no es algo fuera de lo común.

Refiriéndonos nuevamente a nuestro país, en este se aprecia una desventaja, esta es que por más que haya un gran número de partidos (sistema multipartidario), no todos tienen el mismo peso dentro de la política, siempre habrá un grupo de partidos con más fuerza y más exposición en la toma de decisiones de nuestro país. Es por esto, que no todos los sectores políticos tienen representatividad por un partido activo, muchos partidos tienden a tener muy poca participación en entes políticos importantes y sus ideas y postulados no pueden salir a la luz. De todos modos, nuestro país no deja de aparentar una gran característica del sistema bipartidario. Nos referimos a la estabilidad que le otorga su sistema, al no haber una gran competencia de parte de los partidos políticos, muchas veces por las coaliciones, es posible mantener una gobernabilidad plena y una estabilidad política sin problemas.
Dentro del sistema electoral que se puede distinguir además del sistema de partidos, la división entre “mayoritario”, el cual se refiere a conceder una decisión política por voluntad del pueblo, haciendo valer la mayoría, lo que conduce, según la ley de Duverger a un bipartidismo y “proporcional”, que según afirma la ley de este mismo, conduce a totalmente lo contrario, llevándolo al multipartidismo.
Cabe destacar que Chile, por más que sea un país multipartidario tiene mucha estabilidad. Una de las características más relevantes para argumentar esto es el sistema binominal, un sistema no del todo democrático pero que mantiene una rigurosidad para elegir a ciertos líderes. Otra característica es la institucionalidad en el sistema de partidos. Y por último la capacidad de generar coaliciones estables entre sus partidos. Algo que nos hace parecer, por lo tanto, un sistema bipartidario por su destacada estabilidad.


Examen Psicología general

Examen Psicología General


1. El objeto de estudio de Foucault eran las “Ciencias humanas”. No la disciplina en particular, sino el discurso que las posibilita. El andamio conceptual que vincula palabras con cosas. Un orden lingüístico que permita el conocimiento. Foucault buscaba la estructura que lo posibilitara. Es por esto, que se necesitaba la noción de “Episteme”, la cual correspondía a este fenómeno. Pues es La noción de “Episteme” para Foucault corresponde a la estructura por excelencia, el andamio conceptual no solo de una ciencia en el discurso, sino de toda una época. Episteme es aquello que constituye la modernidad o lo que conocemos por occidente moderno, es heterogéneo.
Surge la Episteme Clásica en el Siglo XVl, esta se basa prácticamente en un divorcio entre las palabras y las cosas, es decir, es una Episteme de “representación”. El poder representativo de las palabras, esto permitió dar un sentido al mundo que se torna inaccesible, ya que se crea un establecimiento de un orden que permite la inteligibilidad. Tal sentido entonces, ya no es previo, ni dado, el orden lo creaba el hombre por su inteligibilidad pensante.
Luego de ella surge la Episteme Moderna (histórica), la cual se diferencia de la Clásica por lo siguiente: hay una nueva configuración de divorcio entre las cosas y las palabras; pues ahora el mundo es el que dictará sus verdades a un lenguaje que permanezca en espera de contenido. También la existencia de la “experiencia empírica”, la cual permite acceder al conocimiento, el positivismo y por sobre todo, el mundo se hace un espacio más finito y con él, el hombre mismo, la finitud del hombre se anuncia.

Las condiciones que posibilitaron las Ciencias Humanas, se basaron prácticamente en esta última Episteme, esta postula que el hombre sólo puede conocerse a sí mismo tratando de descifrar lo desconocido, además de ser un hombre con límites y con muchos saberes sin conocer. Es por esto, que surge el hombre como objeto de conocimiento. Es por esto, que lo no sabido, lo impensado se determinaban por características sociales, culturales, etc. Gracias a esto, surgen las ciencias Sociales, Ciencias Empíricas. Llega un momento en el campo epistemológico que no nos preocupamos por las funciones, sino por las “normas” que rigen las funciones. No nos preocupamos por los conflictos, sino por las “reglas” que rigen los conflictos y que no nos preocupamos por los significados, sino por los “sistemas” que rigen las significaciones. Estas concepciones crean respectivamente las ciencias de estudio de: Lenguaje, Biología y Economía. Estas buscaban el dominio del conocimiento del hombre. Las ciencias humanas se articulan con la dimensión de lo impensado. Estas, vendrían a devolverle al hombre un “saber” sobre todo lo “no sabido”.

La pregunta siguiente ahora es: ¿Cómo se concibe al “yo” moderno?, pregunta que aborda el autor Rose. El “yo”, es un ser autónomo que quiere desarrollarse. Un hombre autónomo con capacidad de elección, responsabilidad sobre sí, dotados de una aspiración a la autorrealización.
Es así como surge la “genealogía de subjetivación”. Estas son genealogías que ha establecido relación entre los seres humanos consigo mismo en tanto “yoes” y las formas técnicas que asumen esta relación. Esta Es una relación que aborda la cuestión del gobierno de “los otros” y el gobierno “de sí”.
si  hablamos del hombre y la subjetivación, según el autor “Rose”, la subjetivación es analizar formas de hacerse individuo a través de discursos sociales y gubernamentalidad.

Con relación a esto, surge la noción de “tecnología”, es un montaje estructurado por una racionalidad práctica gobernada por metas, más o menos conciente. Estos montajes se caracterizan por ser híbridos de conocimiento, instrumentos, personas, sistemas de juicio, son construcciones sustentadas a nivel pragmático por ciertos presupuestos y objetivos respecto de los seres humanos.
Las “tecnologías del yo”, son mecanismos de autogobierno en que los individuos se experimentan, se entienden, juzgan y conducen. Esto hace que el individuo adopte la forma de elaboración de ciertas técnicas para la conducción de la relación consigo mismo. Estas tecnologías requieren que uno se relacione consigo mismo epistemológicamente (conócete a ti mismo), despóticamente (domínate) o de otro modo (cuídate).
Estas, se concretan en ciertas técnicas. Como por ejemplo: una confesión, escritura de diario, discusión de grupos, programa de alcohólicos anónimos, etc. Las tecnologías del yo, se practican bajo la autoridad real o imaginada de algunos regímenes de verdad y de algún individuo que tenga esta autoridad. Como teológico o pastoral, psicológico o terapéutico, disciplinario o tutelar, etc.
En síntesis, la modernidad hace que la relación de uno mismo, tome la postura de un yo, la tendencia de una autorrealización materializada a través de la empresa de sí mismo, es decir “yo soy el dueño de mi vida, yo elijo que discurso le proporciono”.

2. Entre el psicoanálisis freudiano y la psicología humanista existen muchos puntos de comparación y de contrastes por sobre todo, pero para esto se necesita identificar los saberes metodológicos de cada perspectiva. Cabe destacar que el psicoanálisis se concibe por lo terapéutico como metodología, ya que nace por el problema mismo, por la medicina, como un modelo de aparato de la psiquis, que está en una constante investigación de este.
El psicoanálisis, este saber se centra como objeto de estudio el “inconsciente” (siempre relacionándolo con lo consciente)  del individuo, es decir, todo lo no sabido en el sujeto. Para estudiar este saber, es importante mencionar la primera tópica freudiana, la cual se representa con los conceptos de: consciente, preconsciente e inconsciente. El psicoanálisis señala sobre el inconsciente como una estructura en donde no hay lógica, hay una ausencia de temporalidad, la energía está libre, no fijada. Sobre esto cabe destacar que en el consciente, toda representación, tiene una sensación anímica asociada. Algo muy distinto al inconsciente, ya que en este la energía “corre libre”, las representaciones no se asocian con sentimientos y hay un principio de placer.
El psicoanálisis de Freud deja muy en claro que el consciente posee todo lo contrario al inconsciente: temporalidad, la realidad prima la lógica, hay una energía ligada, las representaciones tienen un estado anímico y hay un principio de realidad.
Freud, sostiene que el inconsciente y el consciente están separados por una barrera, la cual corresponde a la represión, la cual corresponde a la falta de percepción de un deseo. Es decir; “yo deseo algo pero no sé lo que deseo”. Desliga la representación del afecto, darle una representación al olvido, por esto, el afecto “pasa libre”.
El psicoanálisis plantea que el ser humano está ligado a fuerzas más fuertes que él, las cuales se llaman “pulsiones”, esta no tiene objeto fijo de satisfacción y corresponde al concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático. Esta es la exigencia de trabajo que se le impone al aparato psíquico que tiene suficiente en proceso somático y que tiene como fin la satisfacción.
Con respecto a esto, se puede decir que el psicoanálisis concibe al sujeto como un sujeto ligado a instancias psíquicas, ya sea en su inconsciente, su consciente o su preconsciente, pero este sujeto se debe según estos conceptos.

A diferencia del psicoanálisis, la psicología Humanista, plantea que no hay fuerzas que sobrepasen al ser humano, sino que este es un hombre con límites pero que tiene el potencial para superarse en cualquier momento. Esta psicología como saber metodológico, se aplica en psicoterapia, psicoterapia experimental. Esta se caracterizaba por estar centrada en un “cliente” y no en un “paciente”. Tal como lo señala Carl Rogers, se busca que el cliente sea el “protagonista” de su terapia, que el mismo puede autorrealizarse, que el pueda buscar a través de sus saberes sobre si mismo, la clave de su terapia (algo que el psicoanálisis no contemplaría). Esta terapia poseía las siguientes características: empatía, consideración, congruencia, no directividad (el cliente se hace responsable de su cambio) y buscar la aceptación de sí mismo de parte del cliente.
La psicología humanista en su discurso la noción de “autorrealización”, la cual sostiene que los seres humanos tienen posibilidades, que el hombre es consciente y puede autorrealizarse, a través de metas, retos, el ser consciente y tomarse a si mismo como centro, cada uno tiene en sí un potencial para alcanzar un estado óptimo y la capacidad de sabiduría para determinar, qué es lo que necesita para desarrollar ese potencial. La concepción de sujeto de esta psicología es un sujeto consciente, que constituye lo esencial de su ser. Un hombre libre, autodeterminado, que centra su visión en las vivencias subjetivas de este y que tiene potencialidades y que busca una revalorización de los afectos.
Si comparamos esta noción con la de “pulsión en el psicoanálisis” nos encontramos con un gran contraste, ya que esta última se identifica como fuerza que se encuentra dentro del ser humano y que tiene más potencial que este mismo. Algo que pondría a la autorrealización humanista como un argumento muy contrario.

Siguiendo con los contrastes entre la psicología psicoanalista y la  humanista podemos identificar bastantes diferencias: como la imagen impropia que le da e psicoanálisis al hombre, el centrarse en lo anormal, en lo anormal y la enfermedad. Algo en lo que el humanismo contrasta mucho ya que para este no tiene que haber un sujeto enfermo o en conflicto, basta que este quiera conocer sus potencialidades y la psicología humanista puede actuar.

Otra diferencia se constituye por la subvaloración de la conciencia en el psicoanálisis, esto hace que sea una teoría determinista, al estar el ser humano sometido a “oscuras motivaciones”, algo que en el psicoanálisis es muy distinto, ya que este se siente con posibilidades y metas, como un sujeto que se puede superar con respecto a su propia subjetividad.

También encontramos la orientación del pasado en el psicoanálisis, en este, la historia prima y su estudio se centra en gran parte en los sucesos pasados del sujeto en estudio, por lo que el Humanismo tiende a rechazar, dado que este saber psicológico tiende a resituar los fenómenos en el presente y sus posibilidades de cambio.


Cabe destacar que el psicoanálisis no concibe su psicología a un ser humano total, no lo concibe según sus potencialidades, sus aspectos sanos y admirables. Además de entenderlo como un sujeto siempre tensionado, dependiente de las pulsiones y constantemente reprimido (represión), por lo que nunca va a haber un sujeto sano. A total diferencia de la psicología humanista, la cual ve al hombre como un sujeto capaz, que aporta a la sociedad y es capaz de autorrealizarse a pesar de sus límites.

Contro 3 análisis económico

CONTROL N° 3 GARRETT HARDIN – AYUDANTÍA DE ANÁLISIS ECONÓMICO Y REALIDAD SOCIAL 2015

La situación que se ha elegido para realizar este control es el caso chileno de los parques de entretención, públicos en Santiago, así como es el caso del “parque Inés de Suárez” en Providencia. Este parque sufre todos los años y cada vez con mayor fuerza, una recurrencia masiva, descontrolada y abusiva con relación al espacio que posee. Esto ocurre en variadas ocasiones, pero el evento más notorio es durante las fiestas patrias.
Pues, es prudente ahora, presentar soluciones para este fenómeno con relación a los planteamientos y alternativas que ofrece Hardin en su texto. De las cuales la escogida primeramente es mantener este bien público pero asignando adecuadamente quien debe entrar, así mismo como lo plantea el autor. De esta forma, se logrará regular correctamente el ingreso masivo de individuos al recinto.
En primera instancia, la primera solución para la regulación de este bien público, hace alusión a uno de los planteamientos de Hardin: regulación en base a la riqueza, por lo que correspondería el aumentar el valor de la entrada a estos eventos durante la semana de fiestas patrias. De esta manera, el campo de acceso a este bien público disminuiría significativamente. Es decir, podría acceder un tipo de público con mejor situación económica. Otra alternativa que hace alusión a un planteamiento del autor es en base a méritos definidos por estándares acordados. En el caso escogido, cabría la opción de realizar actos distinguidos como vivir un determinado tiempo en la comuna, recurrir a eventos sociales con fines solidarios que dé opción la municipalidad y muchos otros ejemplos que ayudarían a formar estándares que en el caso de seguirlos, se reconozca el beneficio de poder asistir al determinado parque en determinados eventos del año.

Por último, mencionamos otras alternativas que plantea el autor para regular el ingreso al parque con un poco menos de complejidad como las anteriores. Tales como: las primeras personas que se presenten, adquieren el beneficio, con un número de tope que regularía la entrada de las personas o también, un sorteo. Que, en el caso del parque Inés de Suárez, correspondería un sistema aleatorio con un determinado número de beneficiados, el cual pondría en juego a todos los individuos de la comuna. 

Solemne Procesos Sociales II: Chile


SOLEMNE.
PROCESOS SOCIALES II: CHILE.




Si nos situamos a comienzos de la independencia de nuestro país, un proceso que empezó gestando la noción de “República”, es decir, un “proyecto republicano”. Nos daremos cuenta que trajo consigo un largo `proceso, en el que una de las principales características fue un cambio en las ideas de la nación por completo. Para realizar este cambio, se necesitaba que toda la nación estuviese acorde con esta nueva noción de independizarse y crear un Estado republicano, se buscaba que los ciudadanos pudiesen sentir la noción de independencia de la que tanto se hablaba e identificarse como chilenos. Justamente aquí es cuando la educación comienza a tomar un rol fundamental en la formación de personas. Lo que pronto nos llevará a conocer la nueva organización social que se va dando. O las jerarquías internas de la nación. Además del rol que cumplían las clases dentro de la sociedad. Sin dejar de lado las nuevas características de los ciudadanos chilenos, en junto al surgimiento de la clase media.  Es por esto, que este ensayo pretende analizar de qué manera, gracias al “proyecto republicano” y la educación enfocada a un “nuevo modelo de ciudadano”, posibilitaron una nueva organización política, social y territorial luego del proceso de independencia.
Cabe destacar, que gracias a las juntas de gobierno, se fueron constituyendo las primeras ideas de independencia, en las cuales no se instauraba en un principio, como ya hemos mencionado, estas juntas comenzaron con una lealtad hacia el rey y con principios de gobernar y legislar sin pasar a llevar sus preceptos ni creencias. No obstante, las ideas independentistas surgían con el tiempo, en donde eran claves las ideas republicanas y se buscaba un gobierno con igualdad de  derechos en autonomía como España. Esto se puede sustentar y apreciar con la siguiente cita en el texto de Jocelyn-Holt: “Con el establecimiento de una junta de gobierno y posteriormente al convocarse a un Congreso, la discusión política, gira cada vez más, dentro de parámetros republicanos. Se hace hincapié en la necesidad de instituir un <<gobierno representativo>>, pluripersonal, no despótico, fundado en el principio de igualdad frente a España”[1]. Es decir, existía la posibilidad y el deseo de formar una nación con líderes representativos y leyes propias que permitieran la autogobernar la nación.

Sin embargo, el proceso de independencia duró un largo tiempo, y sus representantes principales, quienes llevaban a cabo e iban mando de este proceso pertenecían a las clases altas, en otras palabras, provenían de la elite. Pero esto no significó que las clases bajas quedaran marginadas de este proceso. Cabe destacar, que existía una notoria diferencia entre la elite y las clases menos beneficiadas económicamente, pero estas eran claves al momento de la guerra, las batallas que se generaban no siempre eran planeadas y de una preparación fríamente calculada, muchas veces debían surgir “tropas improvisadas” en donde diferentes  entidades de la población eran partícipes. Es aquí cuando comienza a desarrollarse una división social más fuerte. Pero fue más que nada la guerra y el sentimiento de “proteger a la patria” lo que permitió la participación de las “clases más bajas”. Así se puede argumentar en la siguiente cita del texto de  Julio Pinto: “la circunstancia misma de la guerra dio a la vertiente social de ese proyecto, y específicamente a su convocatoria del “bajo pueblo”, una urgencia imposible de disimular. Obligados a improvisar ejércitos prácticamente a partir de la nada, los líderes patriotas tuvieron que sobreponerse a prejuicios jerárquicos profundamente arraigados, y persuadir a quienes acostumbraban a clasificar a la población en seres superiores e inferiores, de que unos y otros, patricios y plebeyos, estaban unidos por lazos identitarios mucho más fuertes que los abismos sociales que evidentemente los separaban. Fue “la Patria”, como se ha argumentado, la entidad invocada para cumplir esa función, y fue en torno a ella que se elaboraron los símbolos que debían conducir a soldados y oficiales al sacrificio máximo”. [2]Como bien argumenta la cita, en torno a la patria debía consagrarse el sentimiento de pertenecer a ella. Además es por esto, que una vez obtenida la independencia en 1818, la “insurgencia patriótica” se convirtió en un proyecto de construcción nacional y es por esto que surgen símbolos con los cuales prontamente el pueblo se sentiría identificado. Pero, ¿de dónde surgía el concepto de símbolos patrios?, ¿cómo la gente se informaba y recibía instrucciones de cómo comportarse acorde con este sentimiento patriótico? Y ¿cual era el verdadero perfil de un ciudadano identificado con su nación? Todas estas interrogantes pueden responderse mediante un factor muy importante que surgió de una manera muy fuerte e influyente: La educación. Y junto con ella “La escuela”. Una institución que se encargaba de instruir y de centrase en los niños como “foco de instrucción”. La educación se dio más que nada la tarea de moldear a los niños con un modelo a seguir, el de un “buen ciudadano”, en donde el niño pudiera aprender a comportarse como el “nuevo chileno” que deseaba implantar la nación. Este surgimiento de la escuela, se instauró por las entidades que llevaron a cabo el proceso de independencia, de parte de ellos, se necesitaba una nueva instrucción para el pueblo que resaltara los valores de un buen ciudadano pero siempre con el objetivo de alcanzar una noción de “civilización”, al tener como referencia los países y naciones Europeas. Esto se puede apreciar y sustentar con una cita del texto de Egaña y Monsalve: “Dentro del ideario de quienes efectuaron el proceso de independencia estuvo presente la necesidad de otorgar instrucción al pueblo, como una forma concreta de superar las condiciones herederas del régimen colonial, pero también con el ambicioso propósito de difundir la razón científica y expandir la cultura, con el objetivo de alcanzar rápidamente los niveles de civilización y bienestar económico que ostentaban las naciones más adelantadas de la época, como lo eran Inglaterra y Estados Unidos”[3]. Se puede apreciar claramente en la cita como los líderes independentistas se sentían con la tarea imperativa de organizar una instrucción para el pueblo, para lograr obtener una civilización referente a las naciones más adelantadas, como también debía estar acorde con los principios republicanos que se dieran en adelante, a como diera lugar.  

Una de las primeras tareas de la escuela era instruir de manera profunda a los niños de clases más bajas, se consideraba como una parte de la sociedad bastante marginada y desigual, observada desde la elite, un factor importante para instruir a los niños fue corregir su postura y elementos físicos, como la vestimenta. Por ejemplo; el traje. Como muy bien afirma el texto de Egaña y Monsalve, correspondía a la expresión de diferenciación social y cultural más evidente y clara. Pues, un niño que usaba un poncho y un sombrero de paja era distinguid inmediatamente como un campesino. En cambio un niño con un traje distinguidamente de la elite, era bien visto. ¿Por qué? Porque se asemejaba a la noción civilizada, un ejemplo que se usa en el texto es el ejemplo referente de Estados Unidos. En estados unidos no ocupaban ponchos ni sombrero de paja, porque allá todos visten igualmente civilizados y la diferencia social y cultural no era tan amplia como en la nación chilena.
Durante el proyecto republicano post-independentista, existió un proceso que hace que la mujer pase a segundo plano, a pesar de su historial, el cual la había llevado a una situación en que no cesaba de marginarla. Todo comenzó con un debate entre seguir los principios de un estado católico y un estado laico. Pues, la iglesia declaró en distintas ocasiones que la mujer no estaba preparada para asumir en las mismas responsabilidades que los hombres. Dado esto surgió en los ciudadanos las siguientes interrogantes: ¿Queremos que la Iglesia sea fuente de nuestro pensamiento, dueña de nuestra autonomía y filosofía? ¿O deseamos una moral laica que nos instruya a cómo actuar y pensar? Estas interrogantes llevaron a una serie de debates, sin embargo, estas no permitieron por completo un cuestionamiento al cristianismo, sino la relación que pudiera mantener la Iglesia, con la moral y filosofía de la gente. Así muy bien lo sustenta y evidencia la siguiente cita del texto de Stuven: “la discusión sobre la educación femenina se encuentra inserta en un contexto donde lo que se está en cuestión es la oposición de la Iglesia a la autonomía del pensamiento respecto de la religión, y la filosofía como fuente inspiradora de una moral laica y secularizante. Al mismo tiempo, las discusiones también permiten constatar que desde un comienzo las luchas secularizadoras se dieron al interior de una sociedad que no ponía en duda el cristianismo, sino con su relación con la filosofía y la moral. En el eje de estos debates, la mujer aparece en un segundo plano, y sólo en su función de transmisora de valores[4]”. La mujer, a medida que avanzaban los años y su proceso de inclusión fue adquiriendo más peso, logró definitivamente la aceptación de la Iglesia y por lo tanto su inclusión en muchos derechos que en un principio, sólo era para hombres.
Siguiendo con la educación de la época, los niños debían adoptar ciertos valores en la escuela, valores que se les enseñaban para poder crecer moldeado como un “buen ciudadano”, como por ejemplo, la forman en la que se trataban con sus pares, además de presentarse correctamente, (asearse, vestirse uniformemente y hablar de manera correcta) el lenguaje que se utilizaba para dirigirse, debía ser formal, sin insultos ni sobrenombres. Este elemento se encuentra muy bien explicado en el texto, como también la “vida privada en la escuela”, correspondía a los sucesos que el niño “arrastraba”, los hechos del accionar propio del niño que debía corregir, muchas veces por sobre el predominio público (lo que enseñaba la escuela) y preguntarse así que aspectos de su vida privada debía cambiar para obtener las mejores costumbres y que se adhirieran a su actuar para poder ser aceptado pública y socialmente, otro aspecto importante mencionado en el texto.

Es así como la educación comienza a hacerse cargo de una forma muy rigurosa, clara y profunda en los niños de las nuevas generaciones. Se implantaba, desde pequeños una forma de comportarse que se asemejara a las conductas civilizadas europeas (principalmente) para así formar y moldear una nación con “buenas costumbres”, se buscaba que el ciudadano post independentista, de a poco fuera adquiriendo la noción de lo que debía hacer y lo que no, lo que era mal visto y lo que no. Un ejemplo muy claro era el “hombre borracho”, el “hombre vago”, el que no trabajaba y no había ido a la escuela. Estos conceptos surgen cuando se crea la ciudadanía en la nación y se edifica un perfil de este mismo. El ser ciudadano correspondía a estar casado y ser católico, nuevamente nos encontramos con principios de referencia europea, este era un ideal “virtuoso” de seguir. Pero inevitablemente, se edificaba un perfil de “mal ciudadano”, por ejemplo en las típicas fiestas “chinganas”, el hombre que asistía generalmente se emborrachaba y realizaba prácticas inadecuadas. Estos, por lo general correspondían a personas del bajo pueblo, por lo que eran discriminados y se les excluía de muchas actividades, de las cuales la elite si era partícipe. Es más, eran los responsables actores políticos de la sociedad, cuando se trataba de tomar decisiones por el país, era la clase alta la que tomaba las riendas de este proceso. Ellos recibían una formación muy diferente e instrucciones mucho más ligadas al “buen ciudadano” que los del “bajo pueblo”.

 Es por esta razón, que muchas veces los niños de las clases más bajas, al asistir a la escuela mostraban un desinterés por la educación y formación que recibían, ya que o estaban acostumbrados y no les calzaba con su principios de parte de la familia a la que pertenecían.

A medida que se iba forjando cada vez más la separación entre la clase alta con sus “buenas costumbres” y los sectores bajos con sus “malos modales”. Cada vez se formaba más el estereotipo que se tenían unos con otros. Sobre todo el concepto que surgió para referirse a gente con malas costumbres y modales, (principalmente refiriéndose a la clase baja) esto es el concepto de “roto” e” indecente”. Todo aquel que no siguiera las buenas costumbres y no se incorporara a participar de las ideas ilustradas (Rosseau y su teoría del “buen salvaje”, por ejemplo) y positivistas que se había instaurado para el proyecto “progresista de la nación”, correspondía a una persona fuera de lugar y podía ser catalogado como una persona “rota”, con el fin de ser marginado. Por lo que las diferencias entre “roto” y” decente” no eran pocas, sino abundantes y diversas. Así lo muestra y lo puede sustentar la siguiente cita de Romero: “Las diferencias, profundas; casi insuperables y recíprocamente aceptadas, se establecían según criterios en los que, tanto como la fortuna, pesaban el linaje, la educación, las formas de vida. Ciertamente, ambos sectores no eran homogéneos”. [5] Cabe destacar, que la elite de la época, veía a todos los demás como seres inferiores, a los cuales “había que guiar” e inducirlos por un camino civilizado, con el cual ya no serán personas “bárbaras”. Desde este punto de vista, un “bárbaro”, no puede avanzar social ni económicamente, por lo que se debe instruir y así llegara a ser ciudadano de manera correcta. Con respecto a estos “bárbaros”, es importante dejar en claro que hasta ese entonces, la concepción que se tenía de estos individuos no era sólo de habitantes con “malas costumbres” o gente de los sectores bajos. Según el perfil de “bárbaro”, hay un grupo muy importante que cumple con la mayoría de las características de este concepto: los Mapuches. Pues, este pueblo originario chileno, se encargó de ser una gran resistencia territorial. Además de la que sostenían en los hábitos y costumbres generales de su origen, ya que lo que sucedió con la mayoría de los pueblos indígenas del país, fue su extinción o mestizaje centralizado en un enfoque de imposición de idioma, cultura y forma de vida. Sin embargo, este pueblo indígena se mostró firma desde un principio, lo que era un “problema” que veía amenazada la regularidad del proyecto de la nueva inducción civilizadora social.

Para la elite, el Mapuche no era más que una raza incivilizada, de un carácter negativo para la sociedad, de una naturaleza perezosa, sobre todo por no integrarse a la actividad económica positivamente imperante, la cual correspondía a la agricultura, sino que ellos realizaban otro tipo de actividad; la ganadería, por ejemplo. Esta era una raza “extraña”, ya que para ellos la tierra era “sagrada”, además de que la propiedad privada, no valía nada. Algo que a la elite no le convencía ni congeniaba. Estos individuos eran totalmente contrarios al proyecto del “buen ciudadano”. Un Mapuche era “negativo” porque no aceptaba la civilización del ciudadano chileno. Así lo demuestra y sustenta la siguiente cita del texto del autor Casanueva: “la prueba histórica de dicha resistencia, al comentar el fracaso del régimen colonial en civilizar a los indígenas libres y “rebeldes”: “por más que se intentasen diversos arbitrios para reducirlos a otro orden de vida, fue forzoso reconocer que era igualmente imposible atraerlos por los halagos o por el terror”. [6]

Es prudente, ahora mismo, adentrarnos a lo que fue sucediendo con respecto a la formación de las clases, debido a esta instrucción del “buen ciudadano”. Si bien, existía una parte de la población que no seguía este modelo, particularmente gente de clase baja, había un porcentaje importante de gente que buscaba surgir (mediante la educación y los medios que fuesen) para llegar a tener una vida cómoda y “digna”. Sin embargo,  esta ración de gente, no poseía una gran suma de dinero, ni correspondía a la nobleza. No obstante, no se comportaba como un ignorante o mejor dicho como un “roto” de “malos modales”. Aspiraba a la máxima expresión de educación y se comportaba con la intención de llegar a ser de clase alta. Esta clase no pertenecía a la nobleza ni a los sectores bajos, una clase que cada vez se acrecentaba más,  gracias a los medios educativos e instructivos de la sociedad junto con el modelo de la nobleza instaurado como un ejemplo a seguir. En síntesis, nos referimos a la “clase media”. Esta surge por muchos factores; como la educación, la especialización del trabajo que ya no correspondía sólo a la elite, sino también a los obreros, los cuales de alguna forma tenían posibilidades de surgir económicamente. La clase media era en otras palabras, “el triunfo de un proyecto”. Este, pretendía desde un principio instruir a los ciudadanos a una forma de vida menos ignorante, más educada, con buenos modales y en síntesis: civilizada. Es aquí, donde la elite, se convierte en un referente aspiracional para este sector social, del cual comienzan a formarse barrios y sectores para este tipo de gente, al igual que temas y conversaciones diferentes. Sin lugar a dudas, los sectores medios, generan una imagen distinta a la que hasta ese entonces se había instaurado en la sociedad.  Esto, se puede argumentar con la siguiente cita de Candina: “ya en la década de 1940, esa imagen de grupos medios como personas dedicadas a educarse y a vivir de manera más confortable y refinada, cada año de sus vidas, y evidentemente más cercanas a la modernización urbana que a las tradiciones rurales”. [7]
 Es importante mencionar a la clase media, como un elemento clave para un enfoque  “marginador” y “arribista” que toma nuestra sociedad con el paso de los años, ya que al aspirar a ser de una mejor situación (sin necesidad de tener los recursos para tenerla), no se tiene una real consciencia de lo que implica ser de una buena situación, algo que lleva a “creerse más de lo que uno es”. En otras palabras, el individuo de sectores medios se encargará de aparentar o hacer lo posible para tener una situación como la tiene la elite, dado que estos ciudadanos, se caracterizaban por tomar ciertos perfiles en la sociedad que eran relativamente “buenos” pero no lograban tener la autoridad máxima, como si lo tenía la elite.. Esto, también implica el asumir a “otros” como inferiores, tal como lo realizaban las clases altas, pero con la diferencia de la notoria imponencia superior que se buscaba. Así mismo se puede apreciar como argumento la siguiente cita de Contardo: “Se trata de una estrategia de escalamiento, la del sujeto que pretende arribar imitando los códigos que cree lo acercarían al plano de aquellos a quienes quiere imitar o, en el más ambicioso de los casos, lo harían parte del grupo al que sueña pertenecer”. [8] Este tipo de ciudadano comenzaba a tener un carácter “arribista” y “siútico”, un enfoque marginador por sobre otros individuos y a la vez, en base a las apariencias que este pueda crear para demostrar su supuesta “superioridad”. Es por esto que gracias a este suceso y su progreso en la historia, nos fuimos convirtiendo en un país con un carácter notoriamente siútico, en donde un porcentaje predominante se considera de “clase media”, cuando en realidad no lo es. Además de creernos “superiores” a costa de otros, muchas veces con la necesidad de descalificar a más personas tratándolas de “otros” sin asumirlas como pares. Esto es algo que como país, lo hemos hecho perdurar a pesar de los años. Es más, Chile desde un principio, acostumbraba a mostrar superioridad incluso ante otros países. Un ejemplo es el carácter que tuvo con Perú en la guerra del pacífico. Esto se puede sustentar y argumentar con la siguiente cita del texto de Carmen McEvoy: “La superioridad de nuestro pueblo sobre el peruano es cuestión de raza y viene desde muy atrás”. [9]Esta cita corresponde a un testimonio de parte de Chilenos, refiriéndose a una de las razones del porqué Chile triunfó sobre el país peruano. Es aquí donde la raza también toma un papel importante. Estamos en un país que desde un principio buscó destacar la inferioridad de otros hacia su “grandeza”, y una de estas era la supuesta “raza” que poseían por sobre países prácticamente vecinos.  

En síntesis, podríamos referirnos a los acontecimientos y conjunto de hechos que llevaron a cabo el modelo del buen ciudadano, como los mayores impulsores del surgimiento del proyecto de un Estado Republicano. En teoría este proyecto abarcó un gran período de tiempo. Pero sí es posible asemejarlo y situarlo a hechos y características, entre las cuales las principales fueron los impulsos (de parte de los independentistas) con alusión a la instrucción y educadores de la época, sin estos el proyecto republicano no habría podido surgir. También fueron muchos los sucesos que marcaron hitos en la construcción de los “nuevos ciudadanos”, como también fueron muchos los acontecimientos que permitieron el desarrollo del país. Pero por sobre todo, no nos debemos olvidar, toda la repercusión que trajo la ordenación según clases que este nuevo proyecto desarrolló. Gracias a la formación de la clase media, surgió una nueva forma de vida en las clases sociales, había cada vez más alternativas para poder forjar una vida confortable. Sin lugar a dudas estas políticas marcaron profundamente al país. Sin embargo, no todas las consecuencias de este nuevo orden social son sin lugar a dudas “positivas”. No debemos descuidar el creciente “arribismo” que provocó el surgimiento de la clase media y el sentimiento predominante de superioridad en nuestro país. Un fenómeno que existe y lo mantienen vigente un importante porcentaje de personas en la actualidad.













Bibliografía:

1.       Alfredo Jocelyn-Holt, La independencia de Chile. Tradición, modernización y mito (Santiago: Planeta/Ariel, 2001), cap. VII: “El orden republicano”, pp. 197-242
2.       Julio Pinto y Verónica Valdivia, ¿Chilenos todos? La construcción social de la nación (1810-1840) (Santiago: LOM, 2009), cap. IV: “¿Ciudadanía o cooptación? Los primeros años de vida independiente”, pp. 159-205.
3.       María Loreto Egaña y Mario Monsalve, “Civilizar y moralizar en la escuela primaria popular”, en Rafael Sagredo y Cristián Gazmuri, eds., Historia de la vida privada en Chile, tomo II: El Chile moderno. De 1840 a 1925 (Santiago: Taurus, 2006), pp. 119-137.1.    
4.       Ana María Stuven, “La educación de la mujer y su acceso a la universidad: un desafío republicano”, en Ana María Stuven y Joaquín Fermandois (eds.), Historia de las Mujeres en Chile, tomo I (Santiago: Taurus, 2011), pp. 335-373.     
5.       Carmen Mc Evoy, "Civilización, masculinidad y superioridad racial: una aproximación al discurso republicano chileno durante la Guerra del Pacífico", Revista de Sociologia e Política, Vol. 20, N° 42, pp. 73-92.
6.       Fernando Casanueva, “Indios malos en tierras buenas. Visión y concepción del mapuche según las elites chilenas del siglo XIX”, en Jorge Pinto Rodríguez, ed., Modernización, inmigración y mundo indígena. Chile y la Araucanía en el siglo XIX (Temuco: Ediciones Universidad de la Frontera, 1998), pp. 55-129.
  1. Azun Candina, Por una vida digna y decorosa. Clase media y empleados públicos en el siglo XX chileno (Santiago: Esfera de Papel, 2009), pp. 13-48.
  2. Luis Alberto Romero, ¿Qué hacer con los pobres? Elite y sectores populares en Santiago de Chile, 1840-1895 (Buenos Aires: Sudamericana, 1997), cap. "Gente rota y gente decente"
  3. Óscar Contardo, Siútico: arribismo, abajismo y vida social en Chile (Santiago: Vergara, 2009); caps. "Extraños en el salón”.






[1]Jocelyn-Holt, Alfredo. La independencia de Chile. Tradición, modernización y mito, p. 201.
[2] Pinto, Julio y Valdivia, Verónica. “¿Ciudadanía o cooptación? Los primeros años de vida independiente”, p. 159-160.
[3] Egaña, María Loreto y Monsalve, Mario. “Civilizar y moralizar en la escuela primaria popular”,  p. 120.
[4] Stuven, Ana María. “La educación de la mujer y su acceso a la universidad: un desafío republicano”, p. 351-352.
[5] Romero, Luis.” ¿Qué hacer con los pobres? Elite y sectores populares en Santiago de Chile”, p. 49.
[6] Casanueva, Fernando. “Indios malos en tierras buenas. Visión y concepción del mapuche según las elites chilenas del siglo XIX”, p. 74.
[7]Candina, Anzun. “Por una vida digna y decorosa. Clase media y empleados públicos en el siglo XX chileno”, P. 37.
[8] Contardo, Oscar. “Siútico: arribismo, abajismo y vida social en Chile”, p. 23.
[9] Mc Evoy, Carmen. "Civilización, masculinidad y superioridad racial: una aproximación al discurso republicano chileno durante la Guerra del Pacífico”, p. 73.

Primera minuta ciencia polìtica


Primera Minuta Ciencia Politica



A lo largo de la historia de la humanidad, se han podido observar diversos sistemas de gobierno que han dejado ver de cierta manera sus falencias y sus eficacias, sin embargo, hay algunos que aún persisten dentro de la actualidad y otros que simplemente desaparecieron y solo son estudiados históricamente, uno de los que ha persistido en el tiempo y mantiene una significativa importancia en la actualidad, es la democracia, siendo esta un sistema de gobierno que en muchos estados es utilizada.

A su vez, existen diversos autores que critican históricamente los postulados que sigue la democracia, diciendo que tiene variadas falencias, que no es el mejor sistema de gobierno que debiera regir un país o que existirían diferencias entre  la relación teórica y práctica.  Además, durante  la historia, han existido diversos tipos de democracia, las cuales tienen tanto semejanzas como diferencias entre sí, esto se debe al avance del tiempo y la percepción de sus principios y por tanto, la evolución de sus preceptos. Por ello, esta minuta pretenden primera instancia establecer diferencias entre la democracia ateniense y las democracias actuales, segundo, dar cuenta de las críticas que existen y las falencias que tiene la democracia, además cuestionarse hacia dónde van las democracias contemporáneas y si sería este el mejor sistema de gobierno para un país. Para esto utilizaremos a dos autores que hablan de la democracia, uno es Platón, quien habla de la democracia más antigua y Uriarte, quien habla de la democracia contemporánea.

Primero, debemos tener en cuenta que existen notorias diferencias y similitudes entre una democracia antigua y una democracia contemporánea. Una de las similitudes es que ambas tienen como principal ideario la libertad y la igualdad, pero la democracia ateniense era de votación directa y la democracia actual es representativa, como lo señala Uriarte: “El pueblo se gobierna pero a través de representantes”, es decir, la ciudadanía vota según la persona que quiere que gobierne. Otra diferencia es quiénes votan, en la democracia ateniense, el voto era restringido, es decir, como señala Uriarte: “ era muy restringido, ya que excluía a las mujeres y a los esclavos” , osea, solo votaban los ciudadanos hombres, a diferencia de las democracias actuales, en las que existe sufragio universal, como lo señala Uriarte: “el sufragio universal es un requisito imprescindible para la existencia de la democracia”, los que nos quiere decir acá, es que votan tanto hombres como mujeres mayores de 18 años (ciudadanos), por ende, existe una amplia participación, lo que llevaría a que hay mayor representatividad de lo que quiere la gente y a que se gobierne según sus demandas.
Platón, en su libro la República hace un recorrido de los diversos sistemas de gobierno, entre ellos está la democracia. Pero debemos tener en cuenta que la democracia de ese entonces era distinta a la que es hoy en día. Platón, hace una crítica a la democracia señalando la libertad que está tendría, acá se ejemplifica perfectamente el objetivo de la democracia según Platón: “pues el objetivo de la democracia no es la virtud sino la libertad”, como se mencionó anteriormente, es la libertad lo que crítica Platón, su uso desenfrenado, es decir, la limitación que esta le da al “filosofo rey", que denomina él, que sería la persona perfecta para gobernar, ya que si existiera democracia podrían, los que no son filósofos, en este caso, gobernar el país, además de participar en la elección de los que podrían gobernar y eso es en lo que justamente Platón no está de acuerdo .
Platón, decía que sólo los guardianes (hombres y sabios) eran las personas más apropiadas para gobernar, ya que los otros no tendrían las capacidades y las facultades apropiadas para hacerlo.
“y será, según se ve, un régimen placentero, anárquico y vario que concederá indistintamente una especie de igualdad tanto a los que son iguales como a los que no lo son.” 

Platón, critica la democracia porque sostiene que una vez elegido un líder por todo tipo de hombres, arrojaría a ser gobernados bajo constantes errores y falencias por decisión de “no sabios”, a dar la libertad de que los hombres “no sabios”, puedan participar de la elección de los líderes, se genera una falencia para el autor. Es por esto, su gran crítica a la democracia.
Si bien, hemos hablado de las críticas de Platón hacia la democracia, también debemos referirnos a las críticas del texto de Uriarte con respecto a la democracia, por sobre todo, la democracia representativa.
Una de las críticas que Uriarte menciona es el alejamiento del pueblo de la toma de decisiones, esto se genera una vez que la democracia es directa, es el gobierno del pueblo, ya que ,este, es parte de la toma de decisiones. Y  Por esto mismo,  se genera un fenómeno y se piensa que la democracia representativa aleja al pueblo de la toma de ellas.
También en el texto, nos habla de los “males de la democracia”, en los cuales hace un cuestionamiento de la representación. Nos señala básicamente que  la representación democrática no existiría, ya que las personas encargadas de gobernar, no gobiernan en función de lo que exigen los gobernados. Es por esto, que en este caso, no habría una coincidencia de  intereses políticos entre gobernantes y gobernados, aun cuando estos últimos, son elegidos democráticamente.
A propósito de esta representación con falencias, dentro del texto de Uriarte, se menciona a Bernard Manin, quien analiza la crisis de la representación actual en la democracia:, esta se caracteriza básicamente por:
-Ampliamiento de la brecha gobierno (representantes) y sociedad (representados).
-Hace referencia a la democracia actual, como un ‘’democracia de audiencia’’, esto quiere decir que comienza una caracterización más cercana con una persona que con un partido político, osea, la gente está eligiendo sus líderes por alguien en particular, sin mayor importancia de sus preceptos políticos.
 Otro autor que se menciona es Giovanni Sartori, quien se refiere a la idea  de representación desde donde se actúa en nombre de otros en defensa de los propios  intereses. Y además critica el alejamiento de los ciudadanos en la toma de decisiones. Para este autor, hay poca influencia política en los ciudadanos.


Segundo control de lectura. Procesos Sociales II: Chile

SEGUNDO CONTROL DE LECTURA.
PROCESOS SOCIALES II: CHILE.


Si nos contextualizamos en el último tercio del Siglo XIX y durante la segunda mitad del Siglo XX, veremos la sociedad de nuestro país en medio de  un fenómeno social conocido como “migración campo-ciudad”, el cual se caracterizó por el traslado de muchas personas que vivían en un contexto de campo y de actividades principalmente agrarias, las cuales constituían a la forma, sustento y condición de vida de estas personas, a un mundo completamente envuelto en una nueva sociedad que evolucionó gracias a las nuevas tecnologías e industrias oferentes de trabajo. Estos individuos migrantes (en su generalidad), buscaban de la ciudad nuevas y mejores condiciones de vida, la cual se llevaría a cabo mediante el cambio  en la forma del sistema de trabajo y por consiguiente la posibilidad de movilidad social.

Esta, resultó ser una etapa de grandes cambios para este sector de la sociedad. Ya que, junto con este traslado de la vida de campesino a una vida de obrero en la ciudad, fue edificando, con el paso del tiempo, un modelo de vida común y compartida para estos nuevos obreros. Como muy bien lo señala el texto de Mario Garcés, quienes en un principio vivieron como artesanos y/o campesinos, se convirtieron en esta nueva etapa en obreros activos de este nuevo sistema industrial.

Es por esto, que este ensayo pretende analizar en profundidad las características más importantes y fundantes de esta época de cambios para el sector social obrero, que llevaron a una crisis moral para la sociedad, dadas las particulares y extremadamente deficientes condiciones de vida que envolvían la cotidianidad de los sectores bajos de la ciudad. Y como estas condiciones llevaron a la segregación de parte de otros sectores de la sociedad (principalmente la clase alta), más bien con un afán que guiaba siempre a la materialidad, buen estatus y como bien lo afirma la alusión de Clotario Blest, “un crudo egoísmo”, que llevó a una separación total de intereses entre estas clases. Sobre todo de parte de la elite hacia los sectores bajos. Tanto en la precaria preocupación en sus condiciones de vida como también en ámbitos laborales y  el ausente interés de defender sus derechos de trabajadores. Dados estos acontecimientos, la función de este ensayo corresponde al análisis desde un principio de estas, que fueron desencadenando de a poco, la crisis moral en la que cayó una parte de la sociedad. Como también cuales fueron las principales medidas que se tomaron en ámbito estatal para solucionar esta situación de seria marginalidad social.

Adentrándonos en el diario vivir y en las condiciones de vida de estos actores de producción, los obreros, podemos destacar variados componentes de su condición en la ciudad. Partiendo por el lugar en donde debían y podían residenciar en la ciudad. Durante esta época de migración que duró más de medio Siglo, nos encontraremos con nuevos barrios, en donde esta gente de escasos recursos y salarios habitaban. En el texto de Sergio Grez, se nos plantea la idea de este sector social como un sector de diversas ocupaciones pero con una semejanza general, la cual incluía a todos como “pobres”, de condiciones precarias e incluso marginales. Esto, muy bien se explica por la forma y condiciones en que se edificaban o se encontraban las viviendas de estos. Un ejemplo son los ranchos, hechos de materiales  básicos como el adobe, paja y tierra, ubicados en el lugar periférico de la sociedad. Otro ejemplo de viviendas que ocupaban estos sectores bajos populares, son “cuartos redondos”, dando paso luego a los llamados “conventillos”. A gran diferencia de los ranchos, estos se caracterizaban por ubicarse al centro de la ciudad, la mayoría de estos, no poseía más que un cuarto, es decir, de pieza única, con sólo una salida y regulada por un pago de arriendo. Cabe destacar, que estos cuartos no eran ocupados por una persona, sino muchas veces el hogar de familias completas, en donde inmediatamente se generaba hacinamiento y las condiciones de salud se agudizaban en contra de todos los que habitaban cierto sitio. Esto, muy bien se puede apreciar esto en la siguiente cita de Sergio Grez: “El hacinamiento era grande: en cada pieza vivían familias de hasta seis u ocho personas, que usualmente compartían el exiguo espacio con animales, haciendo aún más grande el desaseo y más insalubre la habitación”. (pág 170)
Bien pudimos observar y comprender, gracias al texto de Sergio Grez, quien menciona que la ciudad fue desarrollando con el paso del tiempo una “reorganización”, que la ciudad en cierto sentido “crece” como también la marginalidad social. Esta ciudad, va adquiriendo una nueva forma de ocupación de las personas que se regían en ella, tanto física como psicológicamente. La sociedad cada vez acrecentaba más el número de individuos que conformaban los sectores bajos, cada vez se poblaba más con arrendatarios de familias completas y numerosas en los cuartos redondos, los cuales no poseían más que un ambiente. Los cuales no poseían tuberías o un sistema que regulara los residuos generales a favor de la higiene. Esto, corresponde a un fenómeno que sin duda, daba paso a una deficiencia envuelta en una absoluta vulnerabilidad de estos sectores, dadas sus reales condiciones de vida.

Es prudente destacar, un concepto de gran importancia y magnitud que acuñó durante esta época gracias a las situaciones mencionadas anteriormente. Pues, nos referimos a la “cuestión social”. Un término que reunía las situaciones tanto cultural, política, ética y muchas otras dimensiones en torno a las condiciones junto con el contexto en que debían vivir diariamente los sectores bajos de la sociedad. Y es precisamente la cuestión social, el resultado de muchos factores ya mencionados. Como la migración campo-ciudad, seguido del estilo de vida de los conventillos o ranchos, llegando a las precarias condiciones de vida en que se insertaron con rapidez y naturalidad en las vidas de estos agentes.

Es aquí justamente cuando comienza a ocurrir y desempeñarse una situación que no sólo comprendía a los sectores bajos de la sociedad, sino a la mismísima elite de esta. Era tal la diferencia y la brecha social existente en la época entre estos dos sectores sociales que no era prudente comparar o asimilar uno con otro. Esto muy bien se argumenta con la siguiente cita de Mario Garcés: “En el caso de Santiago el contraste entre el hacinado conventillo y la espaciosa mansión oligárquica no admitía comparación”. Esta situación de diferencia y separación de todo ámbito de un sector con otro, llevó a un fenómeno espontáneamente representativo entre el comportamiento y relación de clases. (pág 92) Nos referimos al proceso de “apartamiento” y segregación social de parte de este elevado sector hacia las clases bajas. Con respecto a este fenómeno, podemos mencionar y destacar una gran cantidad de elementos que constituyeron esta realidad. Sin embargo, para explicarla, es necesario analizar las posturas y visiones que sostenía el sector bajo de la sociedad hacia sus mismas condiciones de vida y de trabajo.
Los obreros, un término elemental para referirnos a una buena parte y por tanto, mayoría de individuos (masculinos) dentro del sector social inferior, comenzaban o mejor dicho ya eran conscientes de las formas de vida en que eran expuestos una vez insertos en el sistema de la ciudad. Tanto en el lugar de trabajo como en la viviendas que debieron adquirir. Es así como estos, tomaron riendas con respecto a lo que acontecía y comenzaron a formar “demandas obreras”, con respecto a estas podemos mencionar las principales como: el hacinamiento, la falta de higiene en las viviendas. Además de las demandas correspondientes al ámbito laboral. Estas, correspondían a situaciones como: la inexistencia de: leyes laborales y un sueldo regulado, seguros laborales para el trabajador de parte de los empleadores a cargo o la simple previsión a futuro de estos obreros.

Ante estas situaciones, la elite, suponía y pretendía ciertas soluciones, las cuales muchas veces eran llamadas “alternativas de parche”, que muchas veces, en vez de buscar una solución a estas situaciones de vulnerabilidad, cada vez acrecentaban más la “reclusión” dentro de sus espacios. Por lo general, existía una brecha social de tal magnitud entre ambos sectores, que era inevitable el sentimiento de hablar de “los otros”. Es decir, referirse a los sectores inferiores como otra clase y otro tipo de gente. Es gracias a esto como la elite implementa medidas que contribuyeron al fin y al cabo en un “apartamiento” de entre sectores. Un ejemplo son las viviendas que se daban a disposición de los sectores bajos, alejadas de la correspondiente clase alta, espacios especiales para este sector con el objetivo de la divergencia entre clases, logrando una “insuficiencia” en la finalidad de subsidio y/o ayuda para estos sectores. Frente a estas situaciones, las clases obreras no se mostraron inertes, sobre todo ante la situación de las demandas que cada vez se agudizaban de mayor manera. Y es gracias a la necesidad general entre obreros, lo que llama a una mínima “dignidad” en sus   condiciones de vida. Los obreros comienzan a “visibilizarse” y a tomar conciencia. No obstante, esto se llevó a cabo mediante un proceso fundamental, el cual corresponde a movilizaciones, protestas, huelgas, formación de sindicatos y muchas otras manifestaciones que llamaban a defender derechos y la existencia de un trato y dignidad mínima al hombre trabajador.

Dadas estas situaciones, la elite no respondía ni tampoco le era conveniente ayudar a los sectores obreros. Es más, debían proteger y mantener un cierto “prestigio”, el cual no podía disolverse, sino mostrar una superioridad y estabilidad ante cualquier situación. Aún cuando se tratase de demandas de parte de un gran número de personas. Pues, los obreros tomaban cada vez más firmeza en sus postulados. Buscando de forma clara una regularización del trabajo, una previsión que los resguardara, más un salario fijo que pudiera asegurar su mínimo bienestar y el de sus respectivas familias. Al obrero no se le permitía tener propiedad privada, no tenía las herramientas, por lo que era prácticamente imposible llevar una vida resguardada y digna. Sin embargo, contra estas manifestaciones, el Estado actúa frente a ellos de una manera dura y abortiva. El Estado, en su máxima expresión manifiesta el elemento opresor, con el objetivo de deshacerse de estas demandas, expulsarlas y desparecerlas mediante la fuerza. Además de fabricar una visión “egoísta” espontánea del obrero. Un claro ejemplo son las huelgas realizadas a principios del Siglo XX, como la “huelga de la carne”, la cual se desencadenó a raíz de un impuesto que beneficiaba más, de cierta forma, a los trabajadores extranjeros que los obreros nacionales. Pero sin lugar a dudas el ejemplo que muestra con más claridad el uso de la fuerza con la intención de reprimir manifestaciones de demandas obreras, es la “matanza de Santa María de Iquique”. Situación en la cual se registró una cantidad extrema de muertos, producto de la acción de las fuerzas armadas en contra de una gran cantidad de gente que se encontraba manifestando dentro de una escuela en Iquique.

Retomando el tema de las condiciones de vida y la constante vulnerabilidad en los sectores bajos que habitaban en la ciudad, es prudente mencionar el surgimiento del “Estado Benefactor” en Chile. Esto surgió a raíz de los graves problemas ya mencionados,  principalmente representados por la cuestión social. Además de la inexistencia del respaldo mínimo y básico para llegar a un desenvolvimiento de los grupos más pobres de la sociedad. Este proceso, se inicia, a partir de la década de 1920. El principal proyecto para su implementación correspondía a  una serie de instituciones que buscaron cubrir las necesidades principales. Como las sanitarias, de vivienda, educativas y protección social destinadas para estas clases trabajadoras.
el emprendimiento, el cual se acompaña de la meritocracia que valoraban los trabajadores. Es decir, los frutos. De a poco, el inversor se convierte en empresario y el trabajador comienza a organizarse. Los frutos de esta organización comienzan a verse en las nuevas leyes laborales y salarios que el Estado pone a disposición de los trabajadores. Por estos nuevos cambios, sobre todo en el ámbito laboral, se muestra claramente como el Estado necesariamente debe preocuparse por las demandas y nuevas necesidades obreras. Este suceso llevó a la existencia de un proceso llamado “Estado Benefactor”. Si bien, este, no fue igual de completo y asegurador en muchos ámbitos, como si lo fue en muchos países que se implantaba en Europa, hubo grandes cambios en donde el agente encargado de este era el Estado. Pues, por primera vez se estaba dando la posibilidad a los trabajadores para que tuvieran un salario regulado y pudieran respaldarse en leyes laborales, una vez que asistían a sus ocupaciones. Podemos concretar, gracias a este anterior análisis que el Estado Benefactor, constituyó a uno de los más grandes esfuerzos para mejor las condiciones de vida representadas por la cuestión social, en término de organización estatal para su realización.

Si seguimos situándonos en el área económica de nuestro país hasta ese entonces, cabe destacar que Chile era un país totalmente monoproductor (un gran ejemplo es el salitre), ya que dependía únicamente de sus exportaciones de materias primas dirigidas a otras naciones. Como por ejemplo; EE. UU. Es por esto, que al emerger la famosa “crisis del 29”, producto de la caída de la bolsa de Wall Street en Estados Unidos, Chile fue el país más afectado, debido a su gran dependencia económica. Pues, Chile no poseía ninguna industria exponente, la cual no correspondiera a materias primas, sino materias primas, las cuales no pudieron sustentar al país en un momento de crisis, ya que los países demandantes de estas no se encontraban bien económicamente. La industria nacional era incipiente, nuestro país era extremadamente dependiente de las exportaciones. Dadas las circunstancias, Chile debe enfrentar una fuerte crisis, la cual agudizaba con mucha más profundidad la vulnerabilidad que ya se había apoderado de una gran parte de la sociedad.

Esta situación llevó a que el Estado se hiciera cargo de gran parte de este problema. Este, intervino para “fomentar la producción”. Si bien, nuestro país no poseía grandes industrias ni tampoco lograba abastecerse por si misma y menos en momentos de crisis, se instauró una nueva idea por parte del Estado, la cual consistía en fomentar la producción nacional, es decir, introducir en Chile una economía “hacia dentro”. Esta idea se concretaba en el más conocido modelo ISI (industrialización por sustitución de importaciones), en el cual se crearon variadas asociaciones con este mismo objetivo de industrialización nacional. Ejemplos de este fenómeno fue CODELCO, ENDESA y también la famosa “CORFO”. Gracias a estas asociaciones, nuestro país logró desarrollar una “nueva forma de concebir el mundo”. Esto muy bien se puede apreciar y sustentar en la siguiente cita de Correa: “El desarrollo “hacia fuera” basado en la exportación de recursos naturales en el contexto de políticas de libre mercado, sucumbió al cerrarse los mercados, siendo entonces reemplazado por el denominado “desarrollo hacia adentro”. El instrumento fundamental del nuevo paradigma”. (pág 140) Es así, como el modelo de sustitución de importaciones, se convierte en una nueva forma de orientar la economía del país.

También, es importante destacar, que la mayoría de estas asociaciones creadas con la finalidad de fomentar y expandir la industria nacional, fueron implementadas en los “gobiernos radicales”, conformados por la estadía en el poder del presidente Aguirre Cerda (1938-1941), Juan Antonio Ríos (1941-1946), y González Videla (1946-1952). Gobiernos que dadas las circunstancias se encargaron de darle un “plus” al país, luego de la gran crisis del 29, el país descendió en muchas medidas, dejando al país en una situación complicada y sin muchas salidas. Sin embargo, los gobiernos radicales, pudieron, entre muchos logros, realizar grandes cambios dentro de la década del 30, los cuales lograban un gran contraste, contrastándolo con las anteriores condiciones, previas a estos gobiernos y claramente agudizadas producto de la crisis. Esto, lo podemos apoyar y sustentar con la siguiente cita del autor Ortega: “Las transformaciones operadas en la economía chilena durante la década de 1930 fueron el producto de la coyuntura externa y de las políticas adoptadas para contrarrestar los efectos de aquella. En este sentido, durante los años 1932 a 1938, el gobierno de Arturo Alessandri actuó con prontitud y pragmatismo para restaurar la confianza, la demanda, el empleo, el ingreso y la inversión, a través de medidas monetarias, fiscales y políticas de incentivos específicos a determinados sectores” (pag 26-27). Es así como esta cita nos ha mostrado la acertada y competente acción realizada por un presidente radical, de quien se afirma, logró tanto una superación de estabilidad política y económica, como un incentivo importante que llegó hasta los sectores más bajos.

La sociedad chilena, vivió una serie de cambios que fueron fundamentales para el proceso y la formación de la nación que hoy está presente y de la cual se puede contar una historia. Un proceso que comenzó con un cambio de vida a la ciudad, el cual llevó a la marginalidad de miles de personas en busca de mejores condiciones, la represión de parte del Estado a las  tantas voces de muchos de estos individuos trabajadores exigiendo mejores condiciones de vida. Estado en donde los poderosos correspondían en su mayoría a la elite, un sector social que llevó a una crisis moral de la sociedad, guiada por la motivación material y absurda del prestigio y el egoísmo hacia los sectores marginados. Este mismo Estado que les dio la espalda, con los años fue cediendo leyes laborales y elementos necesarios para el resguardo de los trabajadores. Sin duda, podemos concretar, gracias a todo el anterior análisis, que el Estado Benefactor, constituyó a uno de los más grandes esfuerzos para mejor las condiciones de vida representadas por la cuestión social, en término de organización estatal para su realización. Sin embargo, nunca fue suficiente la intervención del Estado hacia la gran vulnerabilidad y pobreza en la que se vio envuelta una gran mayoría de la población chilena.